Tal y como había comentado hace
unos días, el pasado lunes la Agencia para el Desarrollo
Económico y Social de Ceuta (ADESC) entregó personalmente a
las autoridades de El Tarajal unas sencillas placas de
reconocimiento. Guardia Civil y Policía Nacional por parte
española, junto con el cuerpo de Aduana, la Dirección de
Seguridad del Territorio y el delegado de la Wilaya de M´Diq
(Rincón) por el lado marroquí, recibieron con sincero
agradecimiento este simbólico gesto de una agencia cuyo
interés no es otro que el de facilitar la vida a los
usuarios del complicado paso fronterizo entre España y
Marruecos, propiciando todo tipo de contactos culturales,
sociales y económicos entre Ceuta y su “hinterland” marroquí
partiendo de una base muy sencilla: el conocimiento del
“otro” es el primer paso para su aceptación.
Cierto es también que por diferentes circunstancias
exteriores, es decir no imputables a los gestores
directamente implicados en El Tarajal o “Bab Sebta” (Puerta
de Ceuta) dependiendo de hacia donde dirijamos la mirada,
estos últimos tiempos el paso fronterizo ha vivido momentos
de congestión que ponen a prueba la paciencia de cualquiera,
disculpa más que motivo por el que desde algunos ámbitos y
sin encomendarse ni ha Dios ni al diablo, se ha criticado
con cierta acidez la entrega de placas de ADESC. Qué nos van
a decir a nosotros, pues precisamente la directiva de la
agencia es digamos usuaria casi a diario del paso fronterizo
de El Tarajal, doy fe de ello, por lo que nadie es más
consciente que nosotros de las dificultades que se están
viviendo. Pero es posiblemente por ello que esta iniciativa,
de la que ADESC se enorgullece, no caiga precisamente en
saco roto. Sé bien que todo es mejorable y que, obviamente,
pueden y deben hacerse diferentes críticas, cuando
corresponda, tanto a los servicios marroquíes como
españoles, pero no es menos cierto que hay un buen puñado de
profesionales con uniforme a ambos lados de la valla que día
a día se están dejando el pellejo en un trabajo duro y asaz
ingrato.
Sí, la entrega de placas por parte de ADESC ha sido un
“atrevimiento”, marcando un hito con un gesto digno y
galante que hasta la fecha a ninguna persona o entidad,
desde España o Marruecos, se le había ocurrido. Sin
reportajes gráficos ni grandes repercusiones mediáticas, con
sobriedad. Y al margen de cualquier otra consideración dado
que, por cierto, la directiva de ADESC es plural y no
patrimonio de ninguna formación política o creencia
religiosa. Que conste en acta. Digo.
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