La directiva de la UA Ceutí ha decidido dar un giro de
ciento ochenta grados en el banquillo de su equipo de Liga
Nacional juvenil. La apuesta por un técnico joven y con
resultados brillantes en la base ha durado la primera
vuelta. El equipo blanquinegro ha ido de más a menos (ganó
un sólo partido en las últimas ocho jornadas) cerrando la
primera vuelta en puestos de descenso. En las diecisiete
jornadas celebradas sumó 17 puntos producto de cinco
victorias, dos empates, diez derrotas, 24 goles a favor y 34
en contra. Unos números discretos que dejan al equipo
‘unionista’ en una situación delicada de cara al objetivo de
la permanencia. El último encuentro en Algeciras dejó
sensaciones negativas, no solo por la derrota ante un rival
directo sino por la forma en que se produjo. El Ceutí jugó
la segunda parte en superioridad numérica y apenas inquietó
al improvisado portero algecirista.
A rey muerto, rey puesto.
La llegada de Manu León supone dejar el equipo en manos de
un técnico curtido en mil batallas que se ha tomado un año
sabático, después de dirigir durante dos temporadas y media
al Gimnasio Goyu-Ryu. Antes, en la temporada 05-06, Manu
logró el ascenso a División de Honor con la AD Ceuta, pero
la entidad blanca renunció a la categoría en una decisión
que nunca entendió el nuevo entrenador del Ceutí. En el
‘Goyu’ logró la permanencia con holgura en las campañas
07-08 y 08-09 trabajando con un puñado de jugadores de la
cantera, sobre todo en el primer ejercicio con una docena de
futbolistas locales. En el curso 09-10 Manu León dejó el
banquillo al final de la primera vuelta. El club entendía
que era necesario un cambio y Manu no se encontraba a gusto
porque se había convertido en un ‘alineador’ como él mismo
reconoció en los medios de comunicación.
El próximo 8 de enero iniciará una nueva etapa en el Ceutí
con el objetivo de reflotar la nave blanquinegra.
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