Melilla necesita “regenerar la vida política”. Así al menos
lo indicó ayer el diputado del Grupo Coalición por Melilla (CPM),
Abdelhamid Mohamed, quien, en rueda de prensa, aseguró que,
a lo largo de este año, el Gobierno de la Ciudad ha contado
con “competencias, dinero y tiempo” para hacer frente a los
“problemas pendientes” y afrontar los “retos del futuro”.
Sin embargo, el cepemista cree que el Ejecutivo local “no ha
cumplido”, sino que se ha dedicado “a la pelea, la
propaganda y los favores selectivos”.
El diputado del Grupo Coalición por Melilla (CPM),
Abdelhamid Mohamed, aseguró ayer que Melilla necesita
“regenerar la vida política” para que los ciudadanos
“recuperen la confianza”. Así, el cepemista hizo un balance
de lo que, en su opinión, ha sido el año 2010 para el
Gobierno de la Ciudad, un año en el que el Ejecutivo ha
contado con “competencias, dinero y tiempo” para hacer
frente a los “problemas pendientes” y afrontar los “retos
del futuro”. Sin embargo, para Mohamed Hammú, el Gobierno
local “no ha cumplido”, sino que ha dedicado este año “a la
pelea, la propaganda, los favores selectivos y a los
negocios oscuros”.
Como ejemplos, el cepemista citó algunos de estos “problemas
endémicos”, tales como el desempleo, la “carestía” del
transporte, la pobreza, el “aumento espectacular” de tasas e
impuestos, el “declive” del sector comercio o el fracaso
escolar. De este último, por cierto, el diputado dejó claro
que el Ejecutivo de la Ciudad sí tiene competencia, habida
cuenta de que es el que gestiona el tramo escolar para niños
con edades entre los cero y los tres años.
“Melilla posee extraordinarias posibilidades para el
bienestar de todos sus ciudadanos”, subrayó Abdelhamid
Mohamed en rueda de prensa, pero, según sus propias
palabras, el Gobierno autónomo “ha desaprovechado las
oportunidades que ha tenido a su alcance”. Es más, aseveró
que el Ejecutivo está “totalmente agotado”, de modo que “el
cambio político es un clamor ciudadano y no una percepción
de CPM”.
Y es que, tal y como dijo el diputado, el presidente Juan
José Imbroda “ha llegado a creerse que Melilla es un reino
particular”, razón por la que actúa “desde la prepotencia,
la soberbia y la altanería”, utilizando el “espacio y el
dinero público como si fuesen de su exclusiva propiedad”. De
hecho, manifestó Mohamed Hammú que el jefe del Ejecutivo
local ha instaurado una “cultura que no separa lo público de
lo privado, una cultura de la subvención, del favoritismo y
de la dependencia”.
El cepemista Abdelhamid Mohamed aseguró ayer que el Gobierno
de la Ciudad “no quiere dar ninguna subvención a la Comisión
Islámica de Melilla (CIM) porque no cree en la libertad”. En
rueda de prensa, el diputado del Grupo CPM manifestó que el
Ejecutivo quiere “personas dóciles y manipulables que le
puedan hacer algún tipo de juego sucio a cambio de dinero
público”.
Del mismo modo, Mohamed Hammú dejó claro que el Gobierno
autónomo “niega” a la CIM “todas las subvenciones públicas
que le corresponden por Ley”. Y es que, tal y como dijo el
cepemista, “por mucho que le pese al Ejecutivo”, la CIM es
la “institución legítima de los musulmanes melillenses”.
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