Son pocas las horas que nos van
quedando ya, de un año que, como todos, fue recibido con
ilusión y va a ser despedido con la alegría que se despide a
quien no ha dejado nada bueno, pero que ya jamás volverá a
aportar otra cosa.
No creo que sea un año maldito, los hay y los ha habido
peores, pero, ahora mismo, es considerado como el año
funesto que no aportó ni un solo condicionante positivo.
Habrá, muy pocos, aquellos que fueran agraciados con alguna
lotería o cosa parecida, quienes sí lo van a recordar con
cierta alegría, pero para una gran parte del país, el año
2010 ha sido el año del crecimiento del paro, ha sido el año
de la inseguridad para los pensionistas y sigue siendo el
año en el que los funcionarios perdieron poder adquisitivo.
Siempre que termina un período es conveniente hacer un
balance y recoger, cuando menos, algo que hemos considerado
positivo, y aquí, ¡¡Válgame Dios!!, ni buscando con un
candil somos capaces de encontrar algo que pueda ser
considerado bueno y positivo para la casi totalidad de los
que estamos viviendo.
Llegados a este punto, todo lo que, desde ahora, digamos con
respecto a 2010 será inapropiado para lo que exige hoy la
sociedad, y no es que sea culpa del año, sin más, sino que
es algo que se ha producido y se ha desarrollado, durante
este año.
Más de uno hemos recordado, días pasados, como el pasado año
por estas fechas decíamos:” Lo malo ya nos ha cogido, es de
suponer que a lo largo del año comience lo bueno”. Falsa
ilusión fue esa, porque si las cosas marchaban mal, a
finales de 2009, ahora marchan peor y ya veremos, con el
correr de los tiempos, si hay una mejoría o si tenemos que
seguir en el camino descendente.
¿De donde viene todo esto?. Aquí, la respuesta es según como
cada uno quiera mirar, y lo más sorprendente es que quienes
tienen responsabilidades políticas echan la vista fuera de
nuestras fronteras con esta frase:” eso está pasando en
todos los países”, con lo que se nos quiere tapar la vista o
ponernos en el “mal de muchos, consuelo de ...”, y hay quien
se queda tranquilo con eso.
Afortunadamente, hoy, el compromiso está desapareciendo y
salvo “los estómagos agradecidos” que se conforman y alaban
lo que hay, los demás piden, exigen, reclaman algo más,
porque el paso de lo malo a lo bueno se acepta con agrado,
pero pasar de haber vivido con comodidad y entrar en la
cadena de los problemas, no suele agradar a todos.
Y esto es lo que ha pasado, se ha vivido bien, yo diría que
mejor de cómo se podía, con lo que al tener que apretarse el
cinturón un paso, dos o tres, eso ya no entra en los
cálculos de las personas normales.
Hemos pasado de ir a la compra y mirar sólo los precios
altos, a llegar a comprar y buscar, si es que lo hay, las
operaciones de saldo.
Hemos pasado de ir buscando no un coche normal, sino otro
que fuera mejor aunque costara 12000€ más, a la situación
que tenemos hoy, cuando pasamos por cualquier calle y nos
encontramos decenas de vehículos con el cartelito de “se
vende”.
Es la realidad del momento. Todos los años han pasado y
pasan a la historia, 2010 no va a ser una excepción, pero la
propia historia, con seguridad, hablará de este año, como el
de la desilusión y especialmente, el del desempleo.
Los esquemas para mejor están hechos, pero a esos esquemas
habrá que darles la forma adecuada.
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