Siempre por estas fechas, trato
por todos los medios a mi alcance de dejar los asuntos de la
política y de los políticos apartándolos de mis escritos,
dedicándome a escribir sobre la festividad de Navidad, Año
Nuevo y Reyes. Pero el hombre propone, Dios dispone y los
políticos con sus acciones, a pesar de estar en estas fechas
navideñas, todo lo descomponen.
De todas formas, para realizar lo mismo de cada año, o sea
escribir sobre asuntos relacionados con las fechas que
estamos viviendo, me como el coco como dice la juventud,
divina juventud por cierto, y desde este momento hasta que
finalicen las fiestas, vamos a escribir solamente de ellas.
Como cada año, por estas fechas, todos hemos estado
pendientes del sorteo de la lotería de navidad que, por
cierto, una vez más no nos ha dejado ni un mal euro, a pesar
de cuantas ilusiones nos habíamos hecho en caso de que nos
tocase un pequeño pellizquito.
Todos los capitalistas, o sea los que nos sobra el dinero,
las cosas claras habíamos pensando lo mismo de tocarnos algo
en la lotería, arreglar alguna cosilla y darle a los hijos
algo de ese dinero para que tapasen más de un boquete, entre
ello aquellos que tuviesen una hipoteca se pudiesen tomar un
respiro.
Pero siempre, para desgracia de los que nos sobra el dinero,
nos ha pasado como el cuento te la Lechera, la diosa fortuna
se ha olvidado de nosotros y, al final, todos nuestros
sueños, se han quedado en eso, en sueños y los sueños, según
el tío de la barca, sueños son.
La verdad, es justo reconocerlo, que las ilusiones en cuanto
a la lotería se refiere, aún no están perdidas, pues diremos
lo que siempre se decimos: ”Tranquilos, seguro que nos toca
en la del Niño”.
Y pasará la lotería del Niño que se juega, precisamente, el
día seis de enero festividad de los Reyes Magos y, de nuevo,
“El Gordo” no nos traerá nada. Así que a esperar otro año y
con la misma cantinela, las mismas ilusiones, tapar boquetes
y ayudar a los hijos.
La única ilusión que tengo de que me toque el “Gordo”, es
encontrarme a Falete, que me salude y me dé un golpe en la
espalda, porque de otra forma, no veo yo el siglo que me
pueda tocar la lotería, con la ilusión que me daría
conseguir un buen premio que permitiese hacerme un chalé en
la nariz de la Mujer Muerta para dedicarme, única y
exclusivamente, a la contemplación del surcar los barcos el
estrecho.
Como dicen, los que entienden, si es que de esto de la
lotería alguien entiende algo, lo importante es tener salud.
No está mal pensado, la salud es lo más importante y, además
es el único consuelo que nos queda a los capitalistas, decir
esta frase cuando no nos toca nada.
Ahora, bien, si a la salud se le añade un buen pellizco del
“gordo” de la lotería del Niño, que duda cabe que la salud
sentiría una gran mejoría en el asunto de la manduca pues,
entre pan y pan, no vendría nada mal poder meterle una lasca
de jamón. Oiga, no es por nada, pero del cerdo hasta los
andares, que la lasca se pega al riñón y que pedazo de salud
que te da.
|