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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 29 DE DICIEMBRE DE 2010

 
OPINIÓN / EDITORIAL

El drama de la inmigración

El suceso de ayer en la Planta de Transferencia saca a relucir de una manera cruel el drama que supone la inmigración. Por más que se pongan medidas, es muy difícil poner puertas al campo, cerrar de un plumazo el acceso al llamado primer mundo. Lo que debe evitarse, y es ahí donde debe implicarse la sociedad moderna, es el peligro que las acciones desesperadas provocan para los propios inmigrantes. La Planta de Transferencia es un punto que en estos momentos se ha puesto de moda entre el inmigrante. Los trabajadores de esta instalación de Urbaser tuvieron que expulsar el lunes a dieciseis personas que intentaban colarse en los camiones que cada día salen a la península. Ayer la mala fortuna hizo que uno de ellos perdiera la vida.
 

En la Educación, la implicación es global

Como dice el presidente de la FAMPA no se puede culpabilizar a los padres de los problemas educativos. Habría que añadir que lo que no se puede es culpabilizar ‘sólo’ a los padres de esos problemas. Es cierto que la siuación debe ser solventada por todos los actores implicados ante la penosa coyuntura de conocer que Ceuta eleva su tasa de fracaso escolar a niveles no ya preocupantes, sino vergonzantes. Por supuesto que las autoridades tienen que decir mucho y deben poner todos los medios, pero la comunidad educativa también entra en este juego, y dentro de esta comunidad, los padres juegan un papel trascendental porque son los primeros que deben emplearse en casa transmitiendo valores éticos. La educación se perfecciona en la calle, pero se vive en casa. Con una buena educación, los conocimientos llegan más fácilmente.
 

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