LUNES. 20
Juan García López y José Luis Peire
acostumbran a pasear casi todos los días por el centro de la
ciudad. Y, claro, me los encuentro cada dos por tres. Y no
tenemos el menor reparo en ponernos a charlar. En esta
ocasión, Juan me comunica algo que se veía venir: se le ha
muerto ‘Gordo’... Su perro. ‘Gordo’ era un Golden Retriever.
Un animal que, como todos los de su raza, tenía siempre una
expresión bondadosa y los movimientos de su cola no dejaban
jamás de transmitir la alegría de un perro que iba
presumiendo cada día de tener un propietario ejemplar. Gordo
me mostró su afecto canino desde que nos vimos por vez
primera caminando por el paseo de la carretera nueva. Y su
forma de ser fue motivo suficiente para que yo me animara a
hacerme con ‘Oasis’. Otro perro que se ha ganado el derecho
a que se le quiera de verdad. ‘Gordo’ ha muerto a la edad de
trece años. Y ha dejado a mi estimado Juan García con la
sensación de haber perdido a un amigo difícil de reemplazar.
MARTES. 21
Comida en el Hotel Tryp con José Antonio Muñoz,
Luis Parrilla y Mohamed Chaib. El comedor está
repleto. Mucha gente conocida: no en vano se celebran las
comidas navideñas. Así que tenemos la oportunidad de saludar
a Juan Hernández –director del centro penitenciario
de los Rosales y Máximo José Martínez –subdirector de
tratamiento-. Javier Prat Cobo, especialista en
traumatología, nos desea lo mejor cuando el 2010 está a
punto de convertirse ya en pasado. Un año que no se ha
ganado el derecho a figurar en sitio distinguido de los
anaqueles de nuestra memoria. Pero tampoco conviene quejarse
por sistema. Es lo que le digo a María Antonia Palomo
cuando pasa por nuestro lado camino de la mesa donde se
sienta todo el personal perteneciente al Centro de Menores.
La conversación en nuestra mesa es agradable. Y por una vez
y aunque ustedes no lo crean, tenemos la fuerza de voluntad
suficiente para olvidarnos de los problemas que ocasionan
nuestras actividades y conseguimos que fuera la risa,
comedida y festiva, la protagonista de nuestra tertulia.
Momentos así ayudan a soportar los malos ratos. Que los hay.
Sin duda alguna.
MIÉRCOLES. 22
A Eva Perea me la presentaron hace ya varios años
cuando ella estaba en el Gabinete de prensa de la Ciudad. Y,
desde entonces, cuando nos hemos visto, no muchas veces, la
verdad sea dicha, nos hemos saludado como si nos
conociéramos de toda la vida. Eva Perea es mujer atractiva,
agradable, y se le nota a la legua que ha sido muy bien
educada. Su sonrisa, casi perenne, de una naturalidad
pasmosa, puede inducir a engaño a quien no sepa intuir que
detrás de ella hay una mujer de fuerte carácter y poco dada
a dejarse manipular. Hoy se nos ha presentado la oportunidad
de charlar. Y le he ido preguntado, con tiento, por
situaciones que me interesaban saber, para conocerla mejor.
Y Eva Perea, sin perder esa sonrisa que la distingue, no
tuvo el menor inconveniente en darme su versión de lo que yo
le iba inquiriendo. Eva Perea, antes de despedirnos, me dijo
que ahora se encontraba muy a gusto trabajando junto a
Guillermo Martínez: consejero de Economía, Empleo y
Turismo.
JUEVES. 23
Tras despedir a una familia cordobesa, que viene cada dos
por tres a Ceuta, para disfrutarla, accedo a un
establecimiento en el cual están Bartolomé y
Javier Sánchez Paris. A los dos los conozco desde hace
varios años pero nunca había tenido la oportunidad de
conversar con ellos el tiempo suficiente para hacerme a la
idea de cómo respiran. Y debo decir que los dos me han
causado una magnífica impresión. Durante la charla, y en
presencia de una tercera persona que apenas ha abierto la
boca, he tenido la oportunidad de comprobar que son jóvenes
bien educados, de amena conversación, y que dieron pruebas
evidentes de saber mucho más de lo que aparentan. Con ellos
pude volver a recordar mis vivencias en Andújar. También
opinamos de fútbol. Bartolomé y Javier saben el terreno que
pisan y tienen la buena costumbre de escuchar atentamente
antes de emitir sus opiniones. Haré todo lo posible por
volver a charlar con ellos.
VIERNES. 24
Mentiría si no dijera que me llevo estupendamente con los
empleados del Hotel Parador La Muralla y también con los del
Tryp. Ya que en ambos establecimientos tienen los mejores
detalles conmigo. En esta ocasión, me toca hacerle al
artículo a Paquita Gómez: jefa de cocina del hotel
situado en la Avenida del Alcalde Antonio López
Sánchez-Prado. Paquita es una mujer que disfruta de lo lindo
con su menester entre fogones y pucheros. Cuando se requiere
su presencia fuera de su rincón de seguridad que es la
cocina, como no podía ser de otra forma, llega toda
acelerada. Como si perder unos minutos en cháchara le
pudiera acarrear un desastre en un su trabajo. Hoy, sin
embargo, después de haber saboreado un postre de lujo, he
querido verla para darle las gracias. Y me ha sido posible
enterarme de que Paquita fue nacida en Paterna de la Rivera.
Y he aprovechado la ocasión para contarle anécdotas que,
hace la friolera de cincuenta y tantos años, viví en su
pueblo. Y Paquita Gómez, jefa de cocina del Hotel Tryp, ha
acabado riéndose a mandíbula batiente
SÁBADO. 25
Siete de la tarde. Noto mucho la humedad cuando salgo a
caminar un rato con mi perro. Me pongo a leer en cuanto
regreso a casa. Leer es escribir. Aunque con más prisa.
Suena el teléfono. Y me llevo una agradable sorpresa:
Emilio Lamorena me llama para felicitarme. En realidad,
Emilio lo viene haciendo desde hace muchos años, en este
día. Y en otros, también. No obstante, dado que llevaba ya
mucho tiempo sin hablar con él, hoy he disfrutado más de su
conversación. Larga parrafada sobre varios asuntos. Lógico.
Puesto que Emilio Lamorena suele leerme cada día y gusta de
preguntarme para que le aclare lo que él cree oportuno. Y a
mí me agrada sobremanera hacerlo. Acabamos felicitándonos y
deseándonos lo mejor para los nuestros.
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