Nos congratula comprobar la gran aceptación que esta
alcanzando entre la ciudadanía y entre nuestros “amigos” más
acérrimos, nuestra columna de opinión titulada “Recordando
que es gerundio”, colaboración semanal que incorpora entre
otras muchas cuestiones, informaciones referentes a la
gestión de nuestro grupo parlamentario al frente del
Ejecutivo local así como, nuestras consideraciones en
relación a las manifestaciones y opiniones de otras
formaciones políticas. En esta ocasión, por su relevancia,
nos referiremos a la aprobación el pasado martes de los
Presupuestos más austeros de los últimos años como
consecuencia directa de la situación de crisis socio
económica que padece la sociedad española en general y la
ceutí en particular. No obstante, el documento aprobado
incorpora las medidas necesarias al objeto de incrementar
las partidas destinadas a favorecer la cohesión social.
Atrás las etapas convulsas
Aunque, al reflexionar en relación a esta cuestión, afluye a
nuestra memoria algunas informaciones relacionadas con las
decisiones y actuaciones protagonizadas por quien hoy
pretende representar en exclusividad los principios de
igualdad, libertad y solidaridad cuando, la realidad esta al
alcance de la ciudadanía con tan solo recurrir a la
hemerotecas y retroceder a la etapa más convulsa de nuestra
historia política, la comprendida entre los años 1988 y
1991. En principio, años en los que el “pequeño dictador”
desempeñó las competencias correspondientes a la concejalía
de Economía y Hacienda.
En principio, resulta irónico comprobar como, quienes hoy
acusan al Gobierno local de mostrar una falta total de
solidaridad con los colectivos más desfavorecidos de la
ciudad al incrementar presuntamente la presión fiscal sobre
ellos, fueron los precursores de la implantación en nuestra
ciudad del sistema más insolidario de recaudación de fondos
públicos, la generada a través del cobro por aparcamiento en
cualquier zona de la ciudad como consecuencia de la
aprobación por parte de las formaciones políticas
progresistas coaligadas en el Gobierno municipal (PSOE, CDS
y PSPC) de la implantación de la zona azul. En este punto,
tampoco deberíamos olvidar el incremento generalizado en las
tasas por prestación de servicios municipales incluidos en
el documento de Presupuesto para el ejercicio de 1990.
En definitiva, una vez más, los hechos protagonizados por
nuestro “pequeño dictador” demuestran sobradamente la
realidad de quien tan solo pretende alcanzar a cualquier
precio un viejo sueño, el escaño de diputado que le confiera
aún mayor relevancia en la sociedad ceutí. En otra ocasión
tendremos la oportunidad de ofrecer a nuestros lectores
otros muchos ejemplos de insolidaridad, totalitarismo,
amiguismo y otras insanas conductas protagonizadas por el
político-sindicalista, causantes de la pérdida total de
apoyos por parte de una ciudadanía hastiada ya de tanta
demagogia rancia.
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