A mí el arma submarina siempre me
ha molado. En esta columna del 28 de marzo y al aire de la
brisa marina de Alkasarseguer, escribía de ello. Pero
francamente al glosar el pasado domingo 19 la aparición en
Marruecos de una nueva revista en español, “Kántara”
(Puente), llamó mi atención la parte inferior de la
polícroma portada en la que se ve a un submarino, con la
bandera argelina sobreimpresa en el casco, disparar un
torpedo... Fíjese el respetable en la foto adjunta. No sé a
cuento de que viene la cosa y qué intentan con ello el
director de la publicación, Rachid Niny y el converso de la
raja, gallego por más señas, que ejerce de redactor jefe.
Porque en el interior de este primer número no hay nada
sobre el tema. ¿A quién va dirigido el torpedo del submarino
argelino, a Marruecos, a España...?; ¿quizás al ex
presidente Felipe González, gran y fiel amigo de los vecinos
del sur quien, precisamente en plena crisis de las
negociaciones de gas con Argel, ha sido fichado éstos días
por Gas Natural como nuevo miembro de su consejo de
administración...?.
¿Tantos nervios hay en Rabat...? Ciertamente la armada
argelina es en conjunto respetable: los dos antiguos
submarinos clase Kilo modelo 877 en servicio, adquiridos en
1987 y 1988, serán reforzados por dos nuevas unidades clase
Kilo-Plus, diesel-eléctricos modelo 636, una de las cuales
ya fue entregada el año pasado al ministerio de Defensa
argelino por la Agencia Rusa Exportadora de Armas (Rosoboronexport).
Los submarinos de la Clase Kilo son relativamente económicos
(sobre 200 millones de dólares la unidad) y altamente
polivalentes: producen poco ruido, su instalación eléctrica
ha sido reforzada y portan torpedos guiados universales,
pudiendo operar bajo cualquier condición meteorológica tanto
en espacios acuáticos de reducidas dimensiones como en mar
abierto, combatir como “cazadores” en lucha antisubmarina o
contra buques de guerra en superficie. Claro que el vecino
argelino también podría haber optado por la más moderna,
pero más cara, clase Amur: sobre 150 millones de dólares
más... En todo caso en submarinos convencionales la clase
Kilo es, hoy por hoy, de lo mejor.
En septiembre de 2009 un submarino argelino 636 de la clase
Kilo, acompañado de un buque anfibio de escolta, emergía por
razones técnicas y con autorización española en las costas
gallegas. Mira que si el comandante equivoca el rumbo y sale
a superficie en el puerto de Casablanca... la que se iba a
armar. Digo.
|