Las tradiciones, pase lo que pase,
siempre se deben mantener por el bien del país que las
tiene, porque perder alguna de las tradiciones, es perder
parte de su historia.
Una de las tradiciones de nuestro país que vamos perdiendo,
poco a poco, han sido los Reyes Magos. Unos Reyes Magos que
han quedados relegados a un segundo puesto por la venida de
un tío subido en un trineo tirado por un reno que vuela,
colándose por la chimenea de las viviendas para depositar
los juguetes a los más pequeños.
No es criticar a quienes creen en esa fiesta y en el tío del
trineo llamado Papa Noel. Cada uno puede creer y celebrar
las fiestas como mejor le venga en ganas. Pero en esa
creencia y en esa celebración, que duda cabe, estamos
perdiendo en España la tradición de los Reyes Magos que
tantas y tantas ilusiones ha despertado siempre entre los
pequeños y, por qué no decirlo, entre algunos mayores, que
esperaban la llegada de los mismos con toda la ilusión del
mundo.
Esa ilusión, auque pueda parecer lo contrario, se sigue
manteniendo entre pequeños y mayores con la llegada de los
Reyes Magos, a la espera de ver qué es lo qué le han traído
los reyes de Oriente.
Algunos, a la hora de celebrar esa fiesta, lo hacen
apostando por Papa Noel, con el convencimiento de que al
celebrar la llegada de tan señalado día, porque de esa forma
los niños tienen más tiempo para poder disfrutar de sus
juguetes.
Eso antiguamente podía ser hasta aceptado pero hoy día,
donde los niños reciben juguetes por cualquier causa o
motivo, como puede ser por haber sacado buenas notas cada
mes, por su cumpleaños, por su santo, y por lo que sea, la
teoría de que los niños van a disfrutar más tiempo de sus
juguetes, pierde credibilidad.
La tradición de nuestro pueblo, de todo el pueblo español,
ha sido y debe seguir siendo, la festividad de los Reyes
Magos, a no ser que queramos acabar con una de nuestra más
antiguas tradiciones. Nada que suponga asombro por mi parte
puesto que, sin prisa pero sin pausa, nos estamos olvidando
de ellas para dar paso a tradiciones traídas de otras
culturas y hasta de otra forma de pensar.
Sigo manteniendo que la mayoría de los extranjeros que
acuden a vivir en España, intenta imponer su cultura y hasta
sus propias tradiciones muy alejadas, por supuesto, de las
tradiciones de Europa de la que formamos parte.
El problema, el gran problema, que se presenta ante
nosotros, es que muchos de esos a los que el personal les
llama “buenos”, defensores a ultranza de cuantos nos llegan
buscando un mejor nivel de vida, les prestan todo su apoyo
aunque este vaya contra la cultura y las tradiciones de
nuestro país.
Tenemos que luchar por mantener toda nuestra cultura y todas
nuestras tradiciones para evitar, con ello, convertirnos en
un país de “chichimona” al que han arrebatado toda su
identidad, dejando de ser lo que fuimos para convertirnos no
se en qué.
Sigo apostando por todas nuestras tradiciones y entre ellas
por los Reyes Magos.
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