La Mutua de Ceuta recibió el pasado lunes la Medalla de
Plata de la Ciudad, de la mano de su presidente, Juan Vivas.
La distinción a esta entidad reconoce públicamente el
esfuerzo emprendedor de una compañía extendida hoy por toda
Andalucía y cuyas grandes cifras -70 millones de
presupuesto, 18.000 empresas asociadas y casi 80.000
trabajadores asegurados frente a enfermedades y accidentes
laborales- resultan apabullantes. Hasta la imagen
corporativa de la entidad, con las palabras ‘Corporación
mutua’ remiten a un gran grupo empresarial, el que hoy
forman ocho entidades similares con implantación nacional.
Los directivos de la mutua se comunican utilizando las
nuevas tecnologías, un procedimiento acorde a los tiempos
actuales que, sin embargo, no borra un pasado en blanco y
negro. Hecho con la tinta de la familia Alcalá, propietarios
de una imprenta, los Baeza, industriales del mueble, el
consignatario Trujillo y un puñado de emprendedores
agrupados entorno a Manuel Delgado Villalbar en 1934. “Hemos
pasado de los libros amarillos a la videoconferencia”,
explica gráficamente Ignacio Azcoitia, director gerente de
la entidad.
Cuenta Francisco Sánchez Montoya, comerciante e investigador
de la historia local, que “en los albores de la fundación de
la Mutua de Ceuta la ciudad cuenta con unos 50.000
habitantes y una gran presión obrera en paro, son muchos los
peninsulares que se trasladan al protectorado a trabajar,
sirviendo Ceuta de base”.
Además, había una gran actividad constructora en la ciudad y
eso atraía a albañiles, plomeros, carpinteros y
electricistas. “En esa época casi no había Seguridad Social,
sólo existía un embrión en la llamada Caja Nacional para la
prestación por accidentes de trabajo y Manuel Delgado
Villalba, junto a otros 30 empresarios, muchos de ellos
ligados a la Cámara de Comercio, se lanzan a impulsar las
Mutua de Ceuta”, relata Azcoitia.
Los industriales procedían de sectores como la hostelería,
aduanas, fábricas de botellas de cervezas y refrescos,
muebles, imprenta, talleres mecánicos, consignatarios, una
fábrica de hielo y una factoría de aceites de combustible.
Una radiografía de la variada actividad económica que
entonces se desarrollaba en la ciudad.
La primera póliza, que se reproduce en esta página, la
suscribió el propio Delgado Villalba el 1 de mayo de 1934.
En ella se refleja una liquidación de un total de 432,79
pesetas por asegurar a empleados de oficina, domésticos y de
losetas hidráulicas y piedra artificial.
La mutua se implantó poco a poco en el tejido empresarial y
obrero ceutí y después de la Guerra Civil, sobre todo en los
años 40, se extendió a destacadas poblaciones del
Protectorado Español como Tetuán, Larache, Chauen y
Alcazarquivir. Con la independencia de Marruecos, la
compañía siguió presente en el reino alauita hasta finales
de los cincuenta y principios de los sesenta por la
presencia allí de empresas españolas, pero en esa última
década las compañías se trasladan a las provincias de Cádiz
y Málaga y empieza a tenderse un puente hacia el crecimiento
imparable de la entidad. “Los sesenta fueron claves porque
se decidió apostar por salir de Ceuta y eso se notó luego en
los ochenta y en la época actual cuando el Gobierno impulsó
los procesos de concentración de las mutuas para potenciar
el sector. Esa decisión de decir vamos detrás de los
empresarios fue una auténtica revolución para la época”,
explica el director gerente. Era la etapa de Manuel Delgado
Tagle (1944-1976) al frente de la mutua, que todavía dio
otro fruto. Se paso de la gestión administrativa de las
pólizas y las prestaciones a la gestión sanitaria. Los
profesionales de la Sanidad entraron a prestar servicio. Y
llegaron los ochenta, años de cambios políticos y sociales,
y el Gobierno socialista de entonces impulsó una nueva ley
que hiciera a las mutuas más solventes, tuvieran un tamaño
mayor y empezaron a ser auditadas por la Seguridad Social.
El nuevo traje se adaptó bien a la medida de la mutua ceutí,
que ya venía creciendo en implantación, y sus sucesivos
presidentes, Arón Benasayag Hachuel, José Ríos Pozo y José
Ibañez Rodríguez siguieron promoviendo el crecimiento en la
vecina Andalucía.
En el año 2004, sólo quedaban en España 35 de las 200
entidades mutualistas que había a principios de los ochenta
-algunas sólo existían en un sector y en una comarca como la
de los azulejeros de Castellón- y el proceso de
concentración siguió su camino. Hoy quedan una veintena de
ellas y la Mutua de Ceuta y Andalucía se integra en un
conglomerado de ocho grandes aseguradoras que cubren casi
todo el país. Lo que nació en Ceuta hace 76 años es hoy un
gran grupo con 200 empleados y 80 médicos y ATS. Sigue
prestando servicios a trabajadores enfermos y accidentados,
como al principio, pero no se detiene ahí. El 1 de enero,
comenzará a gestionar legalmente el cobro de la cuota de los
autónomos y el pago de sus prestaciones cuando se queden sin
trabajo. Un nuevo reto para una veterana compañía.
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La expansión por el territorio andaluz y el nuevo reto de
los autónomos
Por el oeste de Andalucía, se
absorvió pequeñas compañías en Huelva, Córdoba y Sevilla y
por el oriente la empresa ceutí se implantó en Granada, Jaén
y Almería.
En 2004, sólo quedaban en España 35 de las 200 entidades
mutualistas que había a principios de los ochenta y el
proceso de concentración siguió su camino. Hoy quedan una
veintena de ellas y la Mutua de Ceuta y Andalucía se integra
en un conglomerado de ocho grandes aseguradoras. Lo que
nació en Ceuta hace 76 años es hoy un grupo con 200
empleados y 80 médicos y ATS. Presta servicios a
trabajadores enfermos y accidentados, como al principio,
pero no se detiene ahí. El 1 de enero, comenzará a gestiona
el cobro de la cuota de los autónomos y el pago de sus
prestaciones cuando se queden sin trabajo.
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