El puerto sigue en la buena racha de atraer cruceros
turísticos. El ‘Saga Pearl II’ hizo escala durante diez
horas y dejó en las calles de la Ciudad a 500 turistas
ingleses. Los visitantes pasearon, conocieron dos de los
museos y subieron a los miradores. Los comerciantes se
quejaron de que notaron poca presencia de turistas.
Un crucero turístico, el ‘Saga Pearl II’, hizo escala ayer
en el Puerto de Ceuta durante diez horas, entre las siete y
las cinco de la tarde, y dejo en la Ciudad a 500 viajeros
británicos que hacen estos días navideños la ruta
Cádiz-Casablanca.
El buque atracó hacia las siete de la mañana en el dique de
poniente, donde realizó labores de avituallamietno de
combustible, concretamente la toma de fuel y gasoil.
Mientras se hacían esos trabajos, los turistas pasaron el
día paseando por Ceuta, comprando o subiendo a los miradores
pese a la lluvia y el fuerte viento que azotó a la Ciudad.
Viajes Flandria había contratado seis autobuses que
esperaron a los ingleses en el muelle y conforme estos
fueron bajando del crucero, iniciaron las tres rutas
previstas. Un grupo de ellos acudió, con un guía turístico,
a visitar los museos de Ceuta, en el Revellín, y el de la
Historia de la Legión. A otros turistas se les acercó a la
Plaza de la Constitución para que callejearan por la zona
peatonal. Por último, un tercer grupo tuvo la ocasión de
conocer las vistas de Ceuta que se ven desde el mirador de
García Aldave y, en el otro extremo de la Ciudad, el Monte
Hacho. El tiempo no acompañó a los británicos, pero estos
contemplaron las vistas del casco urbano y las bahías norte
y sur. Unos 200 viajeros subieron a los miradores y una
cantidad similar paseó por el Revellín, Camoens, la Plaza de
los Reyes y otras vías comerciales del centro. Su presencia
distinguía porque iban en pequeños grupos, miraban los
edificios y hacían fotos de algunas fachadas que les
llamaban la atención.
Pocas ventas
Para los comerciantes, la presencia de los turistas
británicos apenas se notó. En una de las perfumerías de la
calle Revellín comentaron que “aquí han entrado dos o tres,
han preguntado por algún producto y se han ido”.
En la bisutería ‘Bijou Brigitte’ si vendieron algo a los
visitantes de Inglaterra. Una de las dependientas señaló que
“han llegado algunos, venían de dos en dos y nos han
comprado pulseras, anillos y collares”. En cualquier caso,
esta comerciante precisó que “hemos notado algo de venta,
pero no tanto como otras veces que han llegado cruceros
turísticos al puerto”.
Al igual que sucedió el pasado 10 de diciembre con la visita
del ‘Pacífic Princess’, algunos comerciantes se quejaron de
que los cruceristas llegan a la zona centro y hacen muy
pocas compras. “Los turistas que traen no compran nada,
vienen hasta con las bolsas de comida. Aquí ni siquiera han
aparecido”, contaba la responsable de un céntrico bazar.
La de ayer fue la segunda visita del ‘Saga Pearl II’ en un
corto espacio de tiempo, ya que anteriormente hizo escala en
Ceuta el pasado 13 de noviembre.
El barco pertenece a la compañía Saga Cruises Limited, que
en años anteriores trajo otros dos gigantes del océano; el
‘Saga Ruby’ y el ‘Saga Rose’.
Bandera de Bahamas
La Autoridad Portuaria destacó ayer que esa repetición de la
estancias crucerísticas “demuestra que el destino Ceuta es
conocido y atractivo para esta naviera que sigue enviando
buques cruceros a nuestra ciudad”.
El de ayer es un barco de bandera de Bahamas, matriculado en
Nassau, con un peso bruto de 18.627 toneladas, 164 metros y
6,1 metros de calado máximo. La tripulación, 270 personas,
son originarios de diversas nacionalidades.
La escala del crucero turístico se produce, solo once días
después de la del ‘Pacífic Princess’. Este barco trajo a la
Ciudad a un total de 620 viajeros, la mayoría de ellos
llegados de Estados Unidos.
La estancia de aquel buque regaló una imagen espectacular a
los ceutíes por sus grandes proporciones. El casco, de
30.277 toneladas de peso bruto, se recortó contra el
edificio de la Autoridad Portuaria creando una visión
diferente desde varios puntos de la ciudad.
Varios comerciantes también se quejaron de que los turistas
hicieron muy poco gasto e incluso de que la Ciudad hace poca
promoción de la actividad comercial.
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