La plataforma creada en favor de Alí Aarras, un belga
extraditado el pasado día 14 a Marruecos por su supuesta
relación con redes yihadistas, denunció en la jornada de
ayer que su entrega a dicho país se haya producido “con
nocturnidad y alevosía” y pese a la recomendación de la ONU
de paralizar el proceso. En una rueda de prensa ofrecida en
el campamento de protesta ubicado en la Plaza de España,
Ikram Aanan, integrante de la Plataforma pro Alí Aarras, ha
criticado la actitud del Gobierno español y ha asegurado
que, una semana después de la extradición, la familia y la
defensa no ha recibido ninguna notificación oficial, al
tiempo que se desconoce su paradero, por lo que ha
calificado esta situación como “secuestro”.
Aanan ha manifestado que sólo se ha tenido conocimiento de
la extradición por una llamada que su abogado realizó a la
cárcel en la que se encontraba recluido y donde confirmaron
su traslado a Marruecos, aunque no se sabe a qué localidad
se ha llevado.
Desde la plataforma se censura la “actitud negra” del
Gobierno, que ha contravenido la solicitud del Comité de
Derechos Humanos de la ONU, que a principios de diciembre
solicitó que se frenara la extradición, aprobada en Consejo
de Ministros el 19 de noviembre, en tanto estudiaba el caso.
Los familiares van a solicitar al Gobierno que informe del
paradero oficial de Alí Aarras, que llevaba 23 días en
huelga de hambre antes de ser entregado a Marruecos.
Por su parte, Abderramán Mohamed ha informado de que se está
trabajando para crear una plataforma europea contra la
extradición, a la que ya se han sumado algunos partidos
belgas.
Las autoridades marroquíes consideran al belga, nacido en
Melilla, como un integrante del Movimiento de los
Muyahidines en el Magreb desde 1982 y le relacionan con los
atentados de Casablanca del 16 de mayo de 2003.
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