Entre la semana pasada y la
presente, los empleados andan de comida en comida de pre-Navidad,
en algunos casos pagada por la empresa y en otros son los
propios empleados que la pagan.
A mí me ha “tocao” un tentempié, pagado por la empresa
municipal desde luego, en el que el jamón es la estrella.
Jamón de Jabugo, faltaba más.
Escribiendo sobre jamones… nos han “dao” un jamonazo los
inmigrantes musulmanes.
Una familia musulmana ha denunciado a un maestro de la Línea
por hablar de jamones en la clase. El hijo de esa familia se
ha sentido ofendido y… ¡toma denuncia!
¿Estamos ante un nuevo método de desequilibrio
fundamentalista?
Me figuro que las carnicerías y charcuterías del país, con
sus escaparates plenos de chorizos, salchichones, jamones y
demás productos genuinos del cerdo andarán con la mosca tras
la oreja, aparte de que revolotee por el condumio, y tendrán
miedo a los musulmanes a partir de ese momento. No digamos
de los bares de tapeo. Aunque los moros entran en estos
últimos para tomar simplemente un café.
Chorizo que vea un musulmán, ofensa recibida por el mismo.
Se sentirá tan ofendido que irá directamente a la comisaría
de Policía a denunciar.
¿Saben que les digo?, que me están hartando hasta los
cojones estos musulmanes fundamentalistas y que son
incapaces de aceptar la transigencia, aún viviendo en un
país que no es el suyo.
Ahí está el resultado de las concesiones en nuestra ciudad,
Ceuta, a las exigencias de los musulmanes. En referencia a
las fiestas del cordero. Aunque no ha pasado en nuestra
ciudad, pero cerca, cerquita.
Ya están, los musulmanes fundamentalistas, traspasando la
línea.
El jamón que nos hemos comido tiene un aroma, un sabor y una
textura realmente singulares y harto distinguibles del resto
de jamones.
Ya deberían saber, los musulmanes, que nuestro país es un
país ibérico y por lo tanto el cerdo, cuyo jamón hemos
comido, es plenamente ibérico y criado totalmente en
libertad en un microclima único. Son alimentados, el cerdo
cuyo jamón comimos lo fue, con bellotas y pastos naturales.
Si Dios puso el cerdo aquí… ¿por qué resulta ofensivo para
los musulmanes? Vale que no quieran comerlo porque su Alá se
los prohíbe (?), pero en ninguna religión está prohibido que
se hable de él o de sus derivados.
¡Vamos hombre!, no sean tan cerdos y razonen con un mínimo
de células grises. Bueno, con un mínimo de frente. No sea
que se sientan ofendidos con lo de las células. No son
cerdunas.
¡Atención musulmanes! Los jamones de Jabugo, que en realidad
tienen la denominación de origen Jamón de Huelva, son
amparados y están incluidos en la calificación de Alimento
Protegido de Andalucía, junto con los de Trevélez y Los
Pedroches, así como el cordero de las sierras de Segura y La
Sagra.
Nosotros, los europeos en general y los españoles en
particular respetamos vuestras costumbres, vuestras culturas
y vuestros ritos religiosos… ¿qué menos que practiquen la
reciprocidad?
Por otro lado, la denuncia formulada por esa familia
musulmana contra un maestro de una escuela de La Línea no
tiene ni el más mínimo fundamento para seguir su curso. A
menos que salga un juez con pretensiones de estrella
mediática. Al contrario, abre una veda para que las Fuerzas
de Seguridad investiguen la profundidad de ese
fundamentalismo que ronda en nuestro país.
Para terminar, les recomiendo a esos musulmanes
fundamentalistas que no coman ternera, ni pollos, ni atunes
(incluso ni sus derivados)… cuando murieron no fueron
desangrados totalmente ni los mataron mirando a la Meca.
Una pregunta… ¿Ser tan sumiso con vuestra religión os llena
de paz el espíritu?
Lo dudo, y mucho.
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