Sin discusión alguna la huelga es
un derecho que tiene el trabajador para mostrar su
descontento con algunas decisiones tomadas por los gobiernos
que puedan afectar a la clase obrera.
Pero las huelgas generales, todas ellas, se trate de lo que
se trate reivindicar tienen su momento para realizarla. Y,
en estos momentos, España no está para soportar muchas
huelgas generales, que no digo no tengan su razón de ser
pero, desde mi corto entender, no es el momento más oportuno
para llevar a cabo una huelga general cuando, precisamente,
ha habido momentos más oportunos para haberlas realizado.
En cuanto se supo la decisión del gobierno de emprender las
reformas necesarias, impuestas por Europa para salir de la
crisis, entre ellas la reforma laboral, la congelación de la
pensiones y la rebaja en los salarios de los funcionarios,
se debió llevar a cabo esa huelga general, antes de que se
pusiera en marcha la reforma que perjudicaba a los
pensionistas y a los funcionarios.
Realizarla después a sabiendas que el Gobierno no daría
marcha atrás, carece de todo sentido. Pues como bien decía
la sabia de mí abuela. “A burro muerto la cebada al rabo”.
Las dos grandes centrales sindicales anuncian un paro
general en enero por la propuesta del Gobierno en las
reformas de las pensiones y el aumento a los 67 años de la
edad de. Aunque, como hemos dicho anteriormente, España no
está para muchas huelgas generales, con el gasto económico
que ello significa para el país es, sin duda alguna, el
momento oportuno de realizarla, antes de que el proyecto
siga adelante.
Aunque, la verdad sea dicha, con huelga o sin ella, el
proyecto va a salir adelante, porque así lo ha decidido el
Gobierno en ese plan de ajuste que quiere llevar adelante,
por supuesto muy aplaudido por la señora Merkel que de
ninguna de la maneras quiere ni desea que se tenga que
acudir al rescate de España, teniendo en cuenta las grades
empresas alemanas establecidas en España, que supondría un
duro golpe para la economía alemana.
El secretario de UGT, Candido Méndez, ha acusado al Gobierno
de dar “un giro bochornoso” a sus políticas económicas y
sociales el pasado mes de mayo, cuando decidió el primer
plan de ajuste. Y de arruinar ahora el consenso del Pacto de
Toledo y “tirar por la borda definitivamente” el diálogo
social.
Por su parte el secretario general de CC. OO, Toxo, se
preguntó. “luego dirán que los sindicatos han traído a la
derecha, cuando es la izquierda la que se está suicidando
con sus políticas”
Total, que entre los manifestantes que acudieron a esas
manifestaciones en varias ciudades españoles, contras las
reformas del Gobierno encaminadas a las reformar de las
pensiones y al aumento de la edad de jubilación a los 67
años, no había duda alguna que en enero habrá una huelga
general convocada por las dos grandes centrales sindicales.
Como el Gobierno, pese a todas estas protestas, no dará
marcha atrás a esas reformas que van a ser aprobadas de
forma casi inmediata, la huelga general está más que
garantizada que se llevará a cabo a primeros de años.
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