El último pleno del año en la Asamblea de la Ciudad sufrió
una demora de media hora en su inicio sobre el horario
previsto a causa del apagón que sufrió Ceuta y en ese tiempo
incluso estuvo en el aire su celebración ayer. El Palacio
Autonómico, como gran parte de la Ciudad, estaba sin luz y
se barajó el aplazamiento.
Eran las nueve de la mañana cuando los periodistas, en una
esquina del hall situado antes del salón de plenos, trataban
de averiguar de que hablaban los diputados a unos metros de
la puerta de acceso al escenario del debate. Se barajaban
fechas para convocar la sesión. Y se sacaba punta a la
situación inesperada.
“Este es un Ayuntamiento con pocas luces”, bromeó Javier
Díez, viceconsejero de Comunicación y Análisis, acercándose
al diputado de UDCE, Abdeslam Abderramán. Díez siguió con la
chanza preguntando a su oponente si no habría sido su grupo
el que cortó el suministro eléctrico. “No, es el alcalde”,
contestó Abderramán con humor.
Inmaculada Ramírez, del PSOE, se acercó a los anteriores con
novedades. “Se aplaza al día 23 a las cinco de la tarde”,
una hora que se le antojó muy taurina a Abderramán. Juan
Vivas, el presidente del Gobierno Autonómico y la Asamblea
de la Ciudad, se situó en los medios, entre los políticos y
los periodistas y esperó a estos, ávidos de noticias.
Rodeado por los profesionales, Vivas explicó que “me están
diciendo que el apagón puede ser por un rayo que ha caído o
por otra cosa...”
La frase suspendida en el aire, dejo caer que si había otras
causas, el equipo de Gobierno tomaría medidas. Acabó su
mini-comparecencia -nueve y cuarto de la mañana- convocando
a los informadores quince minutos más tarde. Entonces, diría
si se celebraba el pleno o se aplazaba.
La espera siguió generando información porque Mohamed Alí,
de UDCE, fue requerido para que diera su opinión sobre la
visita de la Comisión Mixta Congreso-Senado a Ceuta e hizo
su valoración. “Pensamos que esta visita no tiene que ser
protocolaria y tiene que servir para que se revise el uso de
los fondos de la UE que se está haciendo”, respondió el
portavoz del grupo político local.
Unos minutos más tarde, se hizo la luz. Dieron las nueve y
veinticinco, el apagón dio tregua después de provocar un
montón de incomodidades a los ceutíes y el presidente Vivas
no tuvo que hablar a los medios.
Políticos y periodistas desfilaron hacia el interior del
salón de plenos para el inicio de la sesión. Y la actualidad
volvió a renovarse. Juan Vivas pidió disculpas a los
profesionales de la comunicación “por la demora de media
hora” e hizo un anuncio de lo que vendría luego. “Al
finalizar el pleno, el Consejo de Gobierno se reunirá en
sesión extraordinaria para ejercer las competencias que en
el ámbito de la Ciudad correspondan”.
Comenzó el pleno. Titulado como el de los Presupuestos
Generales 2011, pero que en parte derivó a un debate sobre
las nóminas de los consejeros y altos cargos.
La discusión política tuvo momentos para las ironías y las
puyas dialécticas. Inmaculada Ramírez, del PSOE, dijo “que
esta Ciudad no necesita tantas estatuas, ni tantos cuadros”
y Yolanda Bel, cuando tomó la palabra, llevó la cuestión al
territorio favorito del PP. Qué para cuadro, el que ha
creado la política económica de ZP. Como la chaqueta blanca
y negra que lucía la propia Ramírez. Otros, como el
consejero de Hacienda, Francisco Márquez, tuvieron fuerzas
para contraatacar. También en clave nacional. ¿Qué vender
solares municipales en Ceuta es vender el patrimonio?. ¿Y lo
de AENA no?, vino a decir el defensor de las arcas públicas.
“Usted, gracias a Dios no ha estado en la gestión”, espetó a
la portavoz socialista. Ramírez, entonces, acusó a los
populares de hacer un doble discurso por aplaudir lo que
hace su partido en unas autonomías y condenar lo mismo
cuando lo hace el PSOE en otras. Sonó como el recurrente “y
tú más”. A Madrid. Pero era martes y estábamos en Ceuta.
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