La imagen y el resultado, que hace que uno de los que puede
luchar por lo mismo que el propio Ceuta, se quede a seis
puntos, al menos de momento.
Uno y otro se jugaban mucho, el Ceuta más, especialmente por
el cambio de entrenador, pero después de una primera parte
anodina, se nota que durante el descanso, en el vestuario,
se leyó la cartilla en condiciones y, en el segundo tiempo,
el Ceuta fue otro, cosa que se reflejó en el campo y, al
final, en el marcador.
Las vacaciones, ahora y así, saben un poco mejor y el turrón
va a estar más dulce, al seguir el Ceuta entre los cuatro
primeros, y a tan sólo un punto del Cádiz, que parecía que
había vuelto a coger el ritmo en dirección al primer puesto.
Los errores iniciales
El comienzo del partido fue muy similar a otros que, aún, no
se nos han olvidado, y prueba de ello es que cuando no se
había jugado ni un minuto, exactamente 54 segundos, el
Melilla tuvo una clarísima ocasión que Víctor Bravo no supo
aprovechar.
Era el comienzo que hacia esperar cualquier cosa poco buena.
Sin embargo, las cosas se fueron poniendo mejor y a los
siete minutos y medio tuvo que ser el meta Dorronsoro el que
detuviera un balón con muchos problemas, porque llevaba toda
la intención de irse al fondo de la portería.
Desde ahí, hasta el final del primer tiempo, hubo de todo,
por un bando y por el otro, pero sin tener ocasiones claras
ninguno de los dos, para haberse ido al vestuario con
ventaja.
La ocasión más clara de toda la primera parte la tuvo el
delantero local Chota, al rematar de cabeza en buena
posición, pero sin acierto, con lo que el 0-0 seguía, aún en
el marcador.
Más peligro del Melilla
El Melilla se lo jugaba todo, especialmente porque llevaba
varios partidos consecutivos en los que había sido derrotado
y volver a perder implicaba perder terreno que será
complicado recuperar.
Por eso, en la primera parte jugó más el equipo de casa,
trató de solucionarlo todo en esos 45 primeros minutos, pero
en el Ceuta, salvo en el error del primer minutos, había más
seguridad y más orden, por lo que el 0-0 del descanso era la
justa recompensa al trabajo del uno y del otro.
Quedaban otros 45 minutos, por delante, y había que
presentar la personalidad de un equipo que pretende estar
arriba, no se podía “tontear” en los instantes claves, y eso
se llevó a rajatabla.
El primer gol soluciona todo
En esta ocasión, las cosas fueron de diferente forma a como
se habían dado en otros encuentros, y en la primera ocasión
clara, a los siete minutos y medio de este segundo tiempo,
Sandro Méndez rompía la igualada, establecía el 0-1, tras un
pase de tacón de Villatoro.
Había que aprovechar aquello, porque el gol había caído como
un jarro de agua fría en los melillenses.
Comenzaba a dominar el Ceuta, el Melilla no se encontraba a
sí mismo, y se notaba, incluso, en el meta Dorronsoro que,
tres minutos más tarde, salió “a cerezas” en una pelota que
no debiera haber sido complicada.
Se había abierto el camino del triunfo, pero no se debía
perder la concentración, para asegurarlo, de verdad, en un
campo que se le resistía demasiado al Ceuta.
El 0-2 hundió al Melilla
Si con 0-1 el Melilla estaba desorientado, dándose el caso
de que el delantero local Chota, en el minuto 71 volvía a
fallar otra clara ocasión, con el 0-2 el Melilla se
obnubiló, por completo, y los ocho minutos que faltaban para
el final del encuentro hubiera querido que trascurrieran más
de prisa.
Ahora, el Ceuta era el que no tenía prisa, un Ceuta muy
suprior y sin fisuras, bien dirigido desde la banda por un
técnico que trataba de cerrar todos los huecos posibles.
En los últimos coletazos, ya en el descuento, Carlos Ruiz,
en otra buena ocasión, no pudo batir a Fock, en la última
ocasión que se le presentó.
Tres puntos de oro, el Melilla ya está a seis puntos del
cuarto lugar y aunque es cierto que hay otros que vienen
acechando, ya, de momento, hay uno que se ha rezagado
bastante y que tendrá que visitar Ceuta, en el penúltimo
partido de liga.
Lo que viene ahora después
Para mí, esto será más llevadero, especialmente si el equipo
sale de esa atonía que venía manteniendo, desde hace más de
un mes.
Ahora, además, hay dos partidos seguidos en casa, primero
ante el San Roque, en la última jornada de la primera
vuelta, y luego ante el Écija, también aquí, en el comienzo
de la segunda parte de la competición.
A partir de aquí, si el equipo asume el carácter de su
técnico y se dejan de lado ciertos despistes que,
anteriormente, han costado caros, las cosas podrán ir a
mejor, y eso de ir a mejor es ir ganando partidos, los que
hay que ganar, para llegar a se primer puesto que supondría
el 50% del ascenso.
A eso se aspira, algo que no entraba en programaciones
anteriores, pero que hoy es lo básico. El Ceuta necesita ese
ascenso y el técnico también lo necesita, para entrar, otra
vez, en la “rueda”.
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