Todas las partes convenían ayer en
que la histórica visita de los miembros de la Comisión Mixta
Congreso-Senado para asuntos de la Unión Europea va a ser
trascendental para el futuro de Ceuta. Que una
representación de todas las fuerzas del arco parlamentario,
como destacaba el presidente de la Comisión, Miguel Arias
Cañete, visiten la ciudad para conocer y, por tanto,
comprender mejor sus singularidades es algo que no sucede
todos los días. Pero más importante aún resulta que los
parlamentarios que se desplazan a Ceuta sean los miembros de
una Comisión que ha de llevar las “legítimas” aspiraciones
de los ceutíes, reivindicadas una vez más por el presidente
Juan Jesús Vivas, no sólo a las Cortes Generales, sino, a
través de los parlamentarios europeos, al corazón de esa
Europa comunitaria de la que Ceuta firma una parte
fundamental y tan singular que requiere de su pleno
conocimiento para transmitir esas aspiraciones. Ceuta no
busca otra cosa que la solidaridad del resto de España y de
la Unión, así como un trato igualitario que permita, a su
vez a las administraciones públicas prestar los servicios
básicos a sus ciudadanos en pie de igualdad con cualquier
otra región española o europea.
El camino de la Ponencia específica que se encargará de
estudiar las necesidades de Ceuta y de Melilla más allá
incluso del nuevo periodo de programación de reparto de
fondos europeos, que estará vigente entre los años 2014 y
2020, se ha iniciado. La Comisión extrajo ayer de su visita
por la ciudad las primeras e imprescindibles conclusiones
que presidirán sus trabajos. Ceuta, señaló Arias Cañete, ha
invertido bien las ayudas recibidas y se ha “transformado”,
pero aún hay mucho camino por recorrer, mucho por hacer. Los
condicionantes que hacen únicas a estas dos ciudades
europeas son estructurales, permanentes, no van a cambiar y
por tanto, hay que aspirar a una política europea con el
mismo carácter de permanencia. En esa línea se avanza.
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