El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, se
hizo eco de la mayor entrada de inmigrantes subsaharianos
que se está produciendo desde hace varias semanas, sobre
todo en pateras y a nado. En su opinión, esta mayor presión
migratoria que sufre Melilla podría deberse a una
“relajación fronteriza” por parte de Marruecos, país que
“sabe” que la inmigración es “una de las partes sensibles”
en la relación bilateral que mantiene con España.
Imbroda, en una entrevista concedida a Onda Cero en la que
también participó MELILLA HOY, recordó que las relaciones
entre España y Marruecos son “estratégicas”, ya que a ambos
países les interesa que no se rompan. Según Imbroda, la
inmigración irregular es uno de los puntos clave de esa
relación y uno de los principales motivos por los que a
ninguno de los dos países les interesa que se pueda romper
la relación de buena vecindad que mantienen.
“Marruecos lo sabe también, y sabe que una de las partes
sensibles es mirar más o menos la frontera, o hacer la vista
gorda con la inmigración ilegal”, subrayó el presidente
melillense, que puntualizó no obstante que los inmigrantes
que consiguen entrar en Melilla no lo intentan de manera
masiva como ocurriera en octubre de 2005.
En este sentido, comentó que los subsaharianos que están
entrando lo hacen por medio de “pateras puntuales
ocasionales”. Aún así, “efectivamente se puede pensar que en
algún momento Marruecos ha utilizado la relajación
fronteriza para que esto [la inmigración] se note más o
menos”.
De todos modos, abogó por las buenas relaciones entre España
y Marruecos, ya que a ambos países les interesa llevarse
bien. “Más a Marruecos que a España por muchísimas razones”,
apostilló el mandatario local.
En su opinión, España debe ayudar a Marruecos y éste debe
ser “un socio y amigo leal, que es lo que único que se le
puede pedir y tiene que hacerse”. Además, recordó que el
país alauí no debe provocar “porque si lo hace, entonces no
es un amigo leal”.
En este punto, destacó la actitud de colaboración que ha
tenido el Gobierno de Marruecos en dos momentos puntuales
para contrarrestar los ataques de los activistas marroquíes
del autodenominado Comité de Liberación de Melilla. El
primero, para desautorizar a estos nacionalistas en su
intento de marroquinizar los yacimientos melillenses de
Trara y Yasinen, y el segundo para que se desconvocara la
manifestación de protesta “de los cuatro locos de la
frontera”. Imbroda dijo que estos gestos del país vecino le
han gustado porque han permitido que “ahora mismo las cosas
estén mejor y se hayan relajado un poco”.
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