Hoy reflexionaré en relación a las
diferentes acusaciones vertidas la pasada semana por
diferentes líderes políticos en relación a las políticas de
Juventud desarrolladas durante esta Legislatura por la
consejera del área, Kissy Chandiramani, que demuestran la
veracidad de esta frase puesto que, los datos y las cifras
presentadas por el Ejecutivo local demuestran la
tergiversación en dichas manifestaciones. Desde mi modesto
punto de vista, los virulentos ataques lanzados contra la
joven política no corresponden a las actuaciones emprendidas
en los últimos años, que han supuesto para este importante
sector de la población ceutí, una inversión real cercana a
los 77,1 millones de euros.
Debo recordar a la ciudadanía, que las políticas de Juventud
constituyen una materia prioritaria para el Gobierno de la
ciudad puesto que, son varias las consejerías que
desarrollan programas en beneficio de nuestros jóvenes. Los
diferentes planes de Juventud elaborados hasta la fecha han
desarrollado programas destinados a la educación, al empleo,
a la vivienda para jóvenes o a la emancipación juvenil
aunque, también debemos destacar los programas relacionados
con la promoción de las actividades deportivas, lúdicas,
recreativas, culturales o sanitarias. Por supuesto, sin
olvidar actuaciones tan destacadas como las infraestructuras
construidas en los últimos años, entre las cuales podríamos
mencionar; el Parque Urbano Juan Carlos I, el Complejo
Deportivo Guillermo Molina, el Centro Ecuestre Ciudad de
Ceuta, el Complejo Cultural de la Manzana del Revellín o el
Campus Universitario actualmente en construcción.
Algunos han querido exigir el cese de la consejera
argumentándolo en decisiones adoptadas totalmente ajenas a
su gestión al frente de dicha consejería puesto que, por
ejemplo han olvidado intencionadamente, con la única
intención de desgastar al Ejecutivo local, que en relación a
la desaparición del organismo que representaba a las
diferentes asociaciones juveniles de nuestra ciudad, el
Consejo de la Juventud, que fueron las propias asociaciones
que conformaban el mismo Consejo, quienes decidieron
voluntariamente disolver dicha entidad como consecuencia
directa de las deudas generadas por una dirección incapaz de
gestionar lo recursos públicos provenientes de las
administraciones públicas. Debemos recordar, que quienes hoy
critican principalmente dicha desaparición, juventudes
socialistas y jóvenes demócratas, tuvieron una actuación
determinante en dicha decisión.
Tampoco, debemos obviar que la decisión de cerrar la
Residencia de la Juventud respondían única y exclusivamente
a razones de seguridad argumentadas en informes técnicos
elaborados por los servicios competentes de la ciudad tras
un lamentable incidente, que puso de manifiesto las
importantes carencias de una edificación cuyas medidas de
seguridad databan de los años sesenta. Una decisión
responsable adoptada tras valorar cuestiones tan
significativas como el alto coste en la rehabilitación del
mismo así como, la próxima finalización de las obras de
construcción del nuevo Campus Universitario, que incluye una
moderna Residencia destinada a Estudiantes.
En definitiva, los lectores han podido comprobar a través de
estas breves líneas la realidad de unas acusaciones
totalmente infundadas, argumentadas exclusivamente en la
demagogia más rancia y el sectarismo más radical utilizado
por quienes solo pretenden desgastar al Ejecutivo de la
ciudad obviando cualquier propuesta que mejore la gestión de
los recursos públicos. Los ceutíes conocemos perfectamente
tras años de experiencia en la confrontación política, que
no por mucho repetir una mentira, esta se convierte en
realidad.
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