La Asamblea de Melilla aprobó el viernes de forma inicial
los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de 2011,
uno de los más austeros de la última década, ya que
disminuye su cuantía total un 3,66 por ciento respecto a
2010. Sólo el PP votó a favor del presupuesto consolidado,
en el que se incluyen las partidas de las sociedades,
empresas y organismos públicos-, que asciende a una cuantía
total de 253.488.949 euros. Los grupos de la oposición, PSOE
y Coalición por Melilla (CPM), rechazaron este ejercicio
económico al considerar que no se ajusta al criterio de
austeridad que requiere la situación de crisis actual ni
responde al objetivo de crear empleo.
Además, PSOE y CPM se quejaron del poco tiempo del que han
dispuesto para analizar el borrador de presupuestos y para
debatirlo ayer en el Pleno, con 16 minutos de intervención
distribuidos en dos turnos de palabra. En total, el Pleno de
Presupuestos se prolongó durante casi una hora y media, y
transcurrió de forma tranquila hasta el tramo final, en el
que el presidente de la Asamblea, Juan José Imbroda, dio un
aviso al portavoz socialista, Dionisio Muñoz, por no
respetarle cuando éste le dijo que le había salido “la vena
chula”.
Durante el debate, Muñoz reprochó al Gobierno que haya
abandonado su objetivo de buscar fórmulas para la creación
de puestos de trabajo “enseñando a pescar” a los parados, ya
que “ha vuelto a darles la caña” mediante la “política de la
subvención hacia la formación en un año electoral”.
El PSOE criticó que se mantengan las partidas de gastos
“superfluos”, con un aumento de fondos para el alumbrado
extraordinario, el mantenimiento de parques y jardines, el
contrato de publicidad turística en aeronaves y el
mantenimiento de las instalaciones deportivas. Por contra,
criticó que la partida económica para el área de Empleo ha
disminuido de 145.000 a 94.000 euros, algo que también ha
ocurrido en la Consejería de Bienestar Social.
En su segundo turno, Muñoz afirmó que estos presupuestos
“son buenos para los del PP, no para el conjunto de los
melillenses”. Además, consideró que las cuentas económicas
del año que viene están “maquilladas”.
Por su parte, el diputado cepemista Abdelrahem Sellam acusó
al Gobierno local de no cumplir los plazos de presentación
del borrador y de saltarse las recomendaciones del Tribunal
de Cuentas.
Sellam calculó que Imbroda ha gestionado en los diez años
que lleva gobernando Melilla un total de 2.459 millones de
euros -20,5 millones por cada familia melillense-, que a su
juicio han sido mal gestionados por el Ejecutivo porque “no
ha hecho nada aparte de construir rotondas y tirar muchos
millones”.
El diputado de CPM también censuró el aumento de la presión
fiscal, y acusó al Gobierno local de liderar “una mentira”
cuando afirma que estos presupuestos son austeros.
Sellam, que pidió sin éxito una hora más para poder debatir
sin agobios los presupuestos, recordó al Gobierno local que
le propuso en las comisiones un mayor esfuerzo
presupuestario para combatir la pobreza, a lo que recibieron
un no por respuesta.
El portavoz del PP, Daniel Conesa, y el consejero de
Hacienda, Guillermo Frías, salieron al paso de las críticas
de la oposición en defensa del ejercicio económico de 2011,
ya que “es el mejor presupuesto que se puede presentar en
las circunstancias actuales de incertidumbre y zozobra
económica para continuar por el camino del desarrollo social
y económico”.
Ambos puntualizaron al PSOE que el gasto previsto para
parques y jardines ha disminuido al refundir en una las tres
partidas que tenía hasta ahora, mientras que la partida de
Empleo ha bajado porque la Delegación del Gobierno ya no
pide a la Ciudad Autónoma que ayude en la organización de
los planes de empleo costeando el gasto de los materiales.
Conesa subrayó que gracias a los presupuestos elaborados por
el Gobierno local, se ha podido cumplir el programa
electoral del PP y se han llevado a cabo “múltiples
actuaciones más”, hasta el punto de que Melilla ha vivido en
los últimos diez años “una transformación” que está a la
vista de todos los ciudadanos.
Ello, pese a que el año que viene disminuye la previsión de
ingresos de la Ciudad Autónoma, al bajar considerablemente
diferentes partidas estatales y mantenerse los impuestos y
tasas, lo que ha obligado a “priorizar” las actuaciones y
dejar al margen algunas obras previstas, como la cubierta de
la desembocadura del Río de Oro.
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