Es lo que está empezando a ser
cierta zona de Ceuta en la que el rigor de la ley no tiene
cabida, y donde lo único que impera es la ley de los que no
la tienen, ni la quieren.
Ahora, últimamente, parece que va tocando a Príncipe Felipe
ser el centro de la diana, en el que parece valer todo lo
que no debiera tener cabida en una sociedad actual, de una
ciudad y un país que vive, o quiere vivir, en orden y
democracia.
Y es que, últimamente, se van acumulando hechos y
circunstancias que parece imposible que no sean atajadas, y
si no se atajan es porque aquí se quiere actuar con la ley
en la mano, también, para aquellos que ni tienen, ni
respetan las leyes, y con lo que, siempre, estarán en
inferioridad los que respetan y son escrupulosos en el buen
camino de nuestras leyes.
Sustracciones, quemas de vehículos, sustracciones del
material de trabajo a profesionales de la prensa ..., y un
largo etc., no parecen tener importancia más que para
aquellos que sufren estas situaciones.
Esta es, también, una parte de la Ceuta que sirve de
ejemplo, en muchas cosas positivas, aunque, también, en
ciertas barriadas sea paradigma de unas situaciones que
crean mucha preocupación.
Y cada vez, como si fuera un desagradable número circense,
que no haría reír a niños, ni a mayores, a pequeños o a
grandes, nos vamos encontrando con el “más difícil todavía”,
cuando unos ladrones, únicamente dos, actúan a sus anchas en
Príncipe Felipe y además actúan protegidos por apedreadores.
La cosa está clara. No se debe tratar de un hecho
esporádico, sino de grupos organizados, y bien organizados,
para seguir tres pasos, por delante, de la Policía.
Y la rapidez parece que es la tónica seguida, una rapidez
que deja descolocados a todos, por cuanto, en un mismo día y
en un círculo de muy pocos metros de diámetro hubo una
sustracción de todo el equipo de fotografía a un compañero,
fotógrafo, de nuestro propio medio, El Pueblo de Ceuta.
Ese mismo día, para que no se quedara en una “pequeña cosa”,
en la misma barriada, hubo un ataque a La Policía y, por sí
no fuera bastante, más robos y quema de vehículos.
Ha llegado la hora de decir:”basta ya”, y ha llegado la hora
de actuar, contra viento y marea, si es que no queremos que
Ceuta, sin especificar qué barriadas, se convierta en lo que
nadie sensato desea, un “gueto” de los indeseables.
Y lo más peligroso de todo es que los vecinos, aquellos que
son y viven a tono con la ley, además de soportar todas
estas prácticas de la delincuencia, ni siquiera pueden
hablar, porque una simple palabra les pondría, en el
disparadero, a ellos también, que son los que soportan todas
las fechorías de quienes ningún respeto tienen con los
demás.
Para ciertos vecinos de esa barriada, la indignación es tal
que preferirían vivir alejados de donde tienen su propia
vivienda.
Más de uno, durante los últimos días, indicaba que es
lamentable que ciertos hechos, habituales en la barriada, no
sean cortados, de raíz, y de una vez por todas, expresándose
en estos términos: “el que quiera ver donde están sus coches
robados, que venga a la una de la madrugada y verá como se
dan vueltas con ellos, por aquí, sin importarles nada”.
No hace falta seguir, es lo que hay, pero no hay quien lo
corte. Lamentable.
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