En las últimas semanas esta formación política ha recibido
duras acusaciones provenientes de miembros destacados de la
coalición Caballas en relación a nuestra activa
participación en diferentes medios de comunicación de la
ciudad a través, de artículos de opinión en los que
manifestamos nuestra opinión sobre diferentes cuestiones de
actualidad.
Colaboraciones en las que entre otras cuestiones, repasamos
las opiniones vertidas en las diferentes columnas de opinión
firmadas por Juan Luís Aróstegui, Ivan Chaves, José
Aureliano Martín, Fatima Mohamed, Manuel Calleja y otros.
Debemos recordar a los lectores, que dichas opiniones se
redactan desde el respeto y la moderación característicos de
esta formación política a pesar, de los virulentos ataques
protagonizados por quienes se autodenominan únicos
defensores de los principios democráticos pero, en la
práctica representan el sectarismo más extremo de la
izquierda ceutí.
Representantes de una opción política que no dudan en
desprestigiar la labor esencial al servicio del ciudadano
prestado por algunos medios de comunicación locales
demostrando su verdadero talante totalitario puesto que,
atacan contundentemente algunos de los derechos básicos
recogidos en el artículo 20 de nuestra Constitución.
Afirmación argumentada en las innumerables decisiones,
declaraciones y opiniones protagonizadas por el máximo
dirigente “multidisciplinar” pero, que también podríamos
resumir brevemente con una significativa frase incluida en
la declaración final ofrecida a la opinión pública por el
nuevo presidente de la Junta de Personal Docente, elegido
tras una polémica sesión constitutiva a la que no pudieron
asistir un 49% de los representantes del profesorado: “mi
elección creo que es la mejor para el profesorado porque es
la peor para la Dirección Provincial” .
Por tanto, no existe duda alguna en relación al radicalismo
extremo que preside cada una de las actuaciones de quien
pretende defender desde el progresismo los intereses
generales de la ciudadanía.
En definitiva, esta formación política compartirá sus
opiniones y responderá públicamente a través de los medios
de comunicación escritos de la ciudad, siempre que estos nos
lo permitan, desde la moderación y el respeto que nos
caracteriza, a todas las acusaciones y calumnias, que
atenten contra nuestra honorabilidad.
Actuación legitimada por un derecho constitucional que nos
garantiza poder expresar y difundir libremente nuestros
pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el
escrito o cualquier otro medio de reproducción sin censura
previa aunque, esto último se escapa a nuestra voluntad.
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