El diputado Francisco Márquez tomó el relevo en la
comparecencia ante los medios para calificar al presidente
del Gobierno, Rodríguez Zapatero, de ser “el único
responsable de que Ceuta deje de percibir 10 millones de
euros del Estado en 2011”. El diputado se refería al
descenso en la aportación del Fondo de Compensación
Interterritorial que cada año el Estado dedica a compensar a
las comunidades autónomas menos favorecidas. Entre otras
cantidades, se pierden, aseguró, 3,5 millones de euros en
inversiones, 1 millón en aportaciones de tributos del Estado
y otros 400.000 euros que se tienen que devolver a Hacienda
por el ejercicio fiscal de 2008.
Además, el representante del PP se opusó a la reducción de
3,5 millones de euros a 1,5 millones que ya se ha producido
en 2010 en la partida destinada a menores tutelados, lo que
le llevo a conectar su crítica política a los acuerdos con
los nacionalistas vascos para decir que estos, sin embargo,
si han conseguido dinero “para un museo del Txacoli”.
Daños a las familias
El congresista por Ceuta quiso poner dos ejemplos claros de
daño al bolsillo de los ceutíes con los ejemplos de los
1.300 euros al año que costará a una familia media la
eliminación de la deducción por vivienda habitual y la
supresión de la Ayuda Familiar de 426 euros para los
desempleados que ya han agotado su prestación. En la Ciudad,
son 380 personas las que han perdido esa ayuda.
El panorama que dibujó el PP en Ceuta ocupó un espacio
dentro del paisaje general de decadencia que pinto sobre
España. Al inicio de la rueda de prensa, Francisco Márquez
explicó que la deuda pública se ha situado en los 600.000
euros, con un incremento del 32% en el período 2008-2010 y
unos intereses “que tienen que pagar los ciudadanos que
ascienden a los 23.000 millones. Volvemos al nivel de deuda
de hace quince años”.
El cuadro acabó por completarse con “el cierre de pymes por
falta de líneas de ayudas del ICO”, un 44% de jóvenes sin
empleo y 1,3 millones de familias sin trabajo. El futuro
pasa, según el PP, por “más paro, más impuestos, menos
inversión y menos trabajo. Son unos presupuestos
improvisados y que no atienden a los españoles”.
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