La casa de Cruz Blanca del Príncipe se vistió ayer de gala y
con razón. Más de un centenar de miembros y trabajadores de
Cruz Blanca rindieron ayer un merecido homenaje a sus
superiores, el Padre Aurelio y el Hermano Eduardo, que el
siete de enero cambiarán su rumbo hacia Madrid. Emocionados,
ambos quisieron dejar claro que se iban “con gran dolor en
el corazón porque he recibido más de lo que he dado”.
Algunas, o mejor dicho, muchas lágrimas recorrieron los
rostros de los presentes. Emocionados y contentos, por un
mejor futuro, pero melancólicos porque los huecos son
difíciles de cubrir. Pero los más de cien ceutíes, entre
miembros y trabajadores de Cruz Blanca, vistieron de gala la
casa del Príncipe para homenajear a sus superiores, que han
dejado una huella “imposible de borrar”.
La máxima voz que desde hace quince años ha representado a
los Hermanos Franciscanos, el Padre Aurelio, deja las
tierras ceutíes para emprender el rumbo hacia Madrid. Y lo
hará acompañado del Hermano Eduardo, que hace un par de
ejercicios también llegaba a la ciudad autónoma para dar
cobijo a los más vulnerables, aconsejar a sus compañeros,
atender a esas personas que, por la crisis o sin ella, ven
en un trozo de pan la subsistencia. Aplausos, palabras,
abrazos y sonrisas protagonizaron un sencillo pero delicado
acto que concluyó en la capilla con una fotografía de
familia que permanecerá en el recuerdo de todos. “Me voy con
un gran dolor en el corazón porque he recibido de Ceuta más
de lo que he dado”, confesó el Padre Aurelio.
Y como no podía ser de otra forma, ambos dedicaron unas
gratas palabras a la gran familia de Cruz Blanca. “No hemos
tenido ninguna oveja negra y si hemos hecho todo esto es por
la ayuda de vosotros. Hemos ido creciendo pero nunca hemos
perdido el espíritu de familia. Al llegar, éramos catorce o
quince, y ahora dejo a más de cien ceutíes”, valoraron.
La batuta de la entidad social y religiosa a tomará en estos
días el Hermano Juan quien espera “tener la alturas de ellos
y continuar con esos frutos que ellos han dado”.
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