Nueve meses de prisión y 2 años de alejamiento, que
quedarían suspendidos por la expulsión, fueron las penas
solicitadas por el representante del Ministerio Fiscal en la
ciudad para un hombre al que sentó en el banquillo de los
acusados por un delito de amenazas. En su defensa, el
acusado alegó que el 24 de enero de 2009 su ex pareja
acompañada por dos personas más lo habían agredido “por la
espalda” porque “el juez me concedió la custodia de nuestra
hija y dictó una orden de aljamiento para que no se acercara
a mi. Además tiene prohibido entrar en España”. Dos agentes
de la Policía Nacional corroboraron su versión y el juicio
quedó pendiente de sentencia.
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