Verán como ahorita ya entienden lo
de Yussef Rodríguez Al Zapatero... Digo. Solo les transmito
algunas citas del excelente resumen que, sobre los papeles
de Wikileaks, hacía el 14 de diciembre Ignacio Cembrero en
el diario El País bajo un expresivo titular: “España apoyó
una solución promarroquí para el Sáhara. Madrid anima a la
conversión de la ex colonia en autonomía”. Yo ni quito ni
pongo, expongo unos hechos que se remontan casi a la
peculiar llegada de las huestes de Zapatero a la Moncloa
tras los oscuros atentados del 11-M y que se aceleran tras
la propuesta de Autonomía para el Sáhara Occidental (las
“Provincias del Sur” para Marruecos) lanzada oficialmente
por Rabat en 2007 y que el gobierno de España, desde el
primer momento, inspiró. Antes, en 2006, el embajador en
Rabat Luis Planas, hombre de Chaves y guardián de la “caja
B” de la Junta de Andalucía en Marruecos, le adelantaba a su
homólogo norteamericano Thomas Riley: “Marruecos debe
presentar un plan creíble de autonomía”. Voilá. El mismo
Miguel Ángel Moratinos, desde el ministerio de Asuntos Exteriores,
recomendaba por escrito a Marruecos para el Sáhara “una
solución similar a la que España ha dado a Cataluña”.
Comprenderán ahora, sin mentar el asunto de Ceuta y Melilla,
por qué siempre les escribí que la llegada al poder y el
mantenimiento del gobierno zapateril era de interés
estratégico para nuestros vecinos del sur... El asunto es
que con tanta mentira de Estado, tanta doblez que este
escribano ya les fue destapando hace muchas lunas en lo que
al Magreb respecta, nuestra diplomacia y España misma no
gozan precisamente de mucha credibilidad internacional,
estando el país hecho unos zorros como advirtió
recientemente en un popular programa de radio el historiador
e hispanista Stanley Payne: España “ha sufrido un gran
deterioro, una marcha atrás con Zapatero”. Un desastre de
país.
Pepe Lui, alias Yussef, el presidente de esto que todavía se
llama España, por los suelos y sin aliento. Y el
vicepresidente y “wali” in pectore, Al Fredo Rub Alcaba,
experto cocinero de potajes como el GAL o el 11-M, a punto
de ser guisado en su propia salsa: “Rub Alcaba al faisán”.
Rico, rico, rico, Arguiñano, hijo. Ésta deleznable y siniestra pareja tiene
suerte. Porque si estuviéramos en guerra conocido es el
destino de los traidores. Visto.
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