El centro de salud del Recinto acogió ayer el tercer y
último módulo de formación contra la violencia de género
destinado a los profesionales sanitarios para contribuir a
erradicar esta lacra social. La encargada de impartir las
clases de este curso ha sido Bibiana Navarro, doctora en
Psicología.
Educar y concienciar al personal del Ingesa contra la
violencia de género es lo que ha pretendido la institución
sanitaria con un curso dividido en tres módulos y que
comenzó el pasado mes de octubre y que acaba hoy en el salón
de actos del centro de salud del Recinto.
El Ingesa, a través de Atención Primaria, continúa formando
a los profesionales sanitarios, en este caso para contribuir
a erradicar la violencia de género. Se trata de una
iniciativa que se viene desarrollando desde octubre y que
entre ayer y hoy celebra su tercer y último módulo.
La institución sanitaria, además de realizar un registro de
datos en función de los partes de lesiones, está elaborando
un protocolo de detección precoz de violencia de género, que
ya se encuentra en marcha en el caso de las embarazadas,
aunque la intención a corto plazo es hacerlo extensivo al
resto de pacientes.
Para seguir mejorando e implementando estas medidas es
primordial facilitar la formación, en esta materia, del
personal sanitario. Por ello se creó el curso titulado
‘Violencia de Género’, dividido en tres módulos.
El curso ha estado dirigido a médicos y DUEs y lo ha
impartido Bibiana Navarro, doctora en Psicología. Esta
profesora está asociada a la Escuela Andaluza de Salud
Pública, y es experta en formación de formadores y experta
universitaria en género e igualdad de oportunidades.
En la tarde de ayer, entre los asistentes de esta última
sesión comenzaron a debatir situaciones reales en las que se
podrían encontrar estos profesionales en el trabajo diario
en sus consultas. Aunque había distintos pareceres con
respecto a lo que se entiende por maltrato en las diferentes
culturas y sociedades, todos coincidían en que debían ayudar
a las personas que presenten algún indicio de ser víctima de
malos tratos. Resaltaban además todos ellos la importancia
de sopesar el riesgo que podría suponer para la mujer
entrometerse en estos casos. Por ello hablaron también de
cómo debían entrevistar a la persona afectada y de qué
manera llevar a cabo la misma, si de manera directa o más
sutil.
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