Tres meses de prisión, que por la aplicación de la
condicional quedarán sustituidos por la prohibición de
delinquir durante el periodo de dos años, ha sido la
sentencia dictada por la magistrada del Juzgado de lo Penal
número 1 para un hombre que ocupó el banquillo de los
acusados, el pasado 25 de noviembre, por un delito de hurto,
concretamente, por el robo de unos décimos de Lotería en
Supersol.
La denuncia tuvo su origen el 30 de noviembre de 2009 por la
desaparición de varios décimos de Lotería que resultaron
premiados por valor de más de 2.000 euros y que habían
comprado varias trabajadoras de Supersol.
Estas declararon que habían dejado los boletos en una
estantería ubicada justo detrás del mostrador de la
panadería “un sábado por la mañana” y que al regresar el
lunes “sólo estaban los que no habían sido premiados”.
Además, relataron que interpusieron la denuncia por el robo
ya que había sido el lotero quien les había notificado que
los boletos tenían premio.
Todo lo contrario relató el propio acusado, quien aseguró
haber encontrado los décimos “tirados en el suelo” del
supermercado, “sin saber que estaban premiados” y al no
haber sido sometido a ningún interrogatorio “no dije nada”.
Con respecto al canjeo de los más de 2.000 euros de premio,
el procesado expuso que lo había retirado su compañero
porque “yo iba conduciendo y no podía parar, por lo que le
conté que le había tocado a mi padre y que me hiciese el
favor de coger el dinero”.
Aunque a su favor indicó que cuando la Policía le indicó que
los boletos tenían dueño, “conté lo que había pasado e
incluso he pagado una parte del dinero que cogí para mi
hipoteca. Y aún no lo he aportado en su totalidad porque me
despidieron y no me han abonado el mes en mi nómina”,
manifestó en el juicio.
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