PORTADA DE HOY
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ACTUALIDAD - MIÉRCOLES, 15
DE DICIEMBRE DE 2010 |
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visita de ssmm los reyes. archivo. |
reyes de españa
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La visita de los Reyes, un órdago
electoral del PSOE según EEUU |
Los
embajadores en Madrid y Rabat
analizaron el hecho como un intento de librarse,
Zapatero, de una imagen de líder débil en política
exterior, pero con la ‘bronca’ pactada
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CEUTA
Antonio Gómez
ceuta@elpueblodeceuta.com |
La visita de SSMM Los Reyes de España a Ceuta y Melilla
motivó un intenso movimiento diplomático entre el Gobierno
español y el marroquí, que fue analizado por las embajadas
de Estados Unidos en Madrid y Rabat. Los diplomáticos
informaron a Washington de que la visita estuvo mal
calculada y que fue un intento de imponer una imagen de
fortaleza en política exterior del Gobierno de Zapatero a
pocos meses de unas elecciones Generales. Asimismo,
informaron desde la capital marroquí que es tónica habitual
en el gobierno marroquí “distraer” la atención interna
abanderando el nacionalismo patriótico.
El País, que continúa con su serial de documentos sacados a
la luz por Wikileaks, dedicó ayer sus páginas a la visita de
los Reyes a Ceuta y Melilla y los acontecimientos previos y
posteriores a la histórica visita de los monarcas a las dos
ciudades autónomas.
Moratinos en Marraquech había anunciado a su homólogo
marroquí Taieb Fassi, la llegada de los Reyes a Ceuta y a
Melilla. En aquel momento Fassi comunicó que las cosas
seguirían igual, según indica la Embajada de Estados Unidos
en Rabat en una nota confidencial del 7 de noviembre de
2007, recordada ayer por Ignacio Cembrero.
Sin embargo, como es sabido, la reacción marroquí fue dura.
Los diplomáticos estadounidenses indicaron que la
“estridente y vistosa reacción fue probablemente exacerbada
porque la visita de Don Juan Carlos empezó -el 5 de
noviembre- la víspera de la celebración anual de la Marcha
Verde” que en noviembre de 1975 permitió al rey Hassan II
adueñarse del Sáhara. La Embajada se pregunta si España
eligió la fecha adrede.
El diplomático norteamericano en Rabat señaló en su informe
que: “Observamos [que en Marruecos] los líderes del reino
utilizan desde hace años la táctica de agitar los
sentimientos nacionalistas para distraer la atención de los
problemas internos”, comentó el encargado de Negocios de la
Embajada de EE UU. Y puso dos ejemplos de personajes que
actúan de tal manera: el primer ministro Abbas el Fassi y el
gran amigo del Rey Mohamed VI, Fouad Alí el Himma.
Por su parte, para la Embajada de EE UU en Madrid el viaje
de los Reyes fue organizado por el Gobierno español por
razones de política interior. “Sospechamos que el Ejecutivo
de Zapatero consideró que la visita Real, cuatro meses antes
de las elecciones -de marzo de 2008-, es una manera
relativamente barata de izar la bandera y rechazar las
críticas de los conservadores que tachan a Zapatero de débil
ante la invasión, por las autonomías, de las competencias
del Gobierno central”, escribió, en noviembre, Hugo Llorens,
‘número dos’, de la Embajada en Madrid.
“Los asesores de Zapatero en política exterior han debido de
calcular que el resbalón de la visita de los Reyes era
manejable”, concluye el informe emitido desde la embajada de
Estados Unidos en la capital de España-
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Una jugada para aupar al Rey y calmar a los militares
Aunque Rabat no podía decir que
desconocía las intenciones del Gobierno de Zapatero la
reacción fue más dura de lo que se podía imaginar a priori,
según el termómetro de Moratinos y de los asesores de
Exteriores. Para el embajador estadounidense en Rabat, sin
embargo, el Gobierno de Zapatero sabía que la visita de los
monarcas a Ceuta y Melilla “daría lugar a una reacción
fuerte de Marruecos”, pero los imperativos electorales
pesaron más en la balanza.
Aún más, en su análisis de la situación, el diplomático
Robert P. Jackson envió a Washington el siguiente informe:
“El Rey ha estado bajo presión de los separatistas
españoles, por una parte, y de las quejas de los militares,
por otra; al mismo tiempo, Zapatero se enfrenta a la
reelección en marzo de 2008 y habría calculado que el
impulso electoral interno que recibirá del viaje compensará
el daño que haría a las relaciones bilaterales”. Las aguas
volvieron a su cauce un año después pero hoy en día la
presión marroquí sigue.
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