Esas son las expectativas con las
que se abordan las obras de la nueva prisión de Ceuta.
Esto significa que, durante los dos años que van a durar las
obras, posiblemente más tiempo, de esta cárcel, el paro, en
ciertas especialidades, se verá ligeramente atenuado.
No es lo que más nos gusta, ni mucho menos, hablar de una
cárcel como algo positivo, pero eso ya ha sucedido en alguna
otra ocasión, también, en un pueblo de Salamanca, Topas,
donde, alternativamente, con la construcción de una gran
cárcel, llevaba aparejada la construcción, además, de una
plaza de toros.
Recuerdo que allí, nadie quería ni oír hablar de la
construcción de la cárcel, si es que no llevaba aparejada
esa otra obra, u otras más que aportaran algo al pueblo, por
cuanto, decían con razón, que la cárcel sólo les llevaría
problemas.
Volviendo a Ceuta, ya hay que hablar de otros puestos de
trabajo más que llegarán hasta los primeros meses del año,
como son los 40 empleados en las obras del movimiento de
tierras y más tarde, cuando ya la cárcel esté funcionando,
una serie de puestos de trabajo públicos con los
funcionarios, todavía no se sabe cuantos, que serán los que
lleven adelante el día a día de la prisión.
Sigo pensando lo mismo de siempre, no me gusta hablar de
este tipo de lugares, pero, de momento, con gobiernos más o
menos progres, son necesarios, en todas las sociedades, por
desgracia.
Y si ahora, como no podía ser menos, sirve para atenuar el
desempleo aquí, bienvenida sea su construcción.
Las cifras, naturalmente, no nos las sacamos de la manga y
es que la Sociedad Estatal de Infraestructuras y
Equipamientos Penitenciarios es la que ha dado ese número de
400 empleos directos en su construcción.
A esta cifra dada por el organismo oficial, otras fuentes
más optimistas dicen que la creación de empleo en la ciudad
será mayor, por la complejidad y las necesidades de que el
proyecto se lleve a cabo correctamente.
Hasta ahora y parece que muchos no se han querido enterar,
todavía, desde que hace más de un año que se comenzó con el
movimiento de tierras, ya han estado trabajando 40 personas
y ese trabajo ha supuesto hasta ahora una inversión de más
de siete millones de euros.
Los números, y es hora de decirlo, asustan al hablar de lo
que será la nueva cárcel de Ceuta, por cuanto la inversión
presupuestada pasa de los 82 millones de euros y, ya veremos
como no se queda en esto, cosa que transformada en las
antiguas pesetas casi no seríamos capaces de poderlo leer.
Pero lo debemos dar por bueno, si tenemos en cuenta que, al
menos en teoría, el funcionamiento penitenciario de esta
nueva cárcel en Ceuta, también, hará que económicamente haya
muchas cosas que repercutan clara y favorablemente en la
economía de la Ciudad.
Y por aquello de seguir con los números, en total, abrir ya
en el futuro las puertas de este centro penitenciario habrá
significado la inversión de más de 90 millones de euros, que
es lo que suman los 82 millones largos, de la edificación,
más los siete millones y medio del movimiento de las
tierras.
Curiosamente, nadie en Ceuta habla de este tipo de
edificación que acogerá, en su día, a un gran número de
presos, pero como no es obra de escaparates, para muchos
parece no existir.
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