Me parece algo insana la tendencia
de algunos ceutíes de tirar piedras sobre su propio tejado y
dejar en mal lugar a su ciudad. Y me estoy refiriendo
concretamente al PDSC al criticar a la UIR, una unidad que
es el ejemplo de operatividad y profesionalidad más
espectacular de todas las Policías Locales de España. Y, por
supuesto, punto de referencia para sus colegas de la
Península. ¿Qué se excede de sus competencias a la hora de
salvaguardar el orden público? ¿Habrán viajado los tipos que
critican a estos policías-fetén por los reinos de las
Policías Autonómicas? Se ve que no.
Pero resulta curioso el que, todos los españoles andemos con
la baba caída con la UIR de Ceuta en plan “¡Esos son
policías! ¡Eso es ganarse el sueldo!” y que todos traten de
imitarles (puro plagio de top-manta, UIR de Ceuta solo hay
una e irrepetible, que se fastidien los sevillanos y los
madrileños de Madrizzz), resulta curioso que llegue un
partido ceutí y se queje de los métodos de estos
profesionales. ¿Qué tipo de métodos?. Aquí, en Andalucía
tendrían que estar los del PDSC cuando la Policía tiene que
irrumpir en las barriadas conflictivas, siempre cuento la
anécdota de cuando fueron a detener a un conocido y cliente
mío, el tío Juan, por un tema de drogas mondo y lirondo, sin
malos rollos. Pues bien, echaron la puerta abajo ¡pumba! Y
entraron unos tíos vestidos de negro con ametralladoras, las
caras tapadas y luces en la cabeza. ¡Que susto, Dios
bendito! La familia, aterrada y paralizada no sabía l que
era eso” el tío Juan pensó que eran kosovares que venían por
un secuestro y las mujeres pensaron que eran marcianos.
Aquí, cuando se interviene, se interviene y no se andan con
chiquitas. ¿Competencias? Eso depende de las funciones de
cada cual, por ejemplo, la Policía Local no se monta en las
lanchas del SVA para corretear a los contrabandistas, porque
no sería apropiado, aunque si les dan la orden, los
Municipales, sin lancha a mano, capaces son de encaramarse
en un monopatín y poner orden en los mares ¡Menudos son!. La
función básica y primordial de la Policía Local es la
salvaguarda del orden público y esa es la exigencia de la
sociedad y el fin para el que fue creado. Eso y poner
multas. Lo primero es fundamental, con lo segundo se pasan y
son excesivamente quisquillosos, para que lo vamos a negar y
hablo a nivel nacional.
Lo que no se consiente “demasiado” en nuestra España es que
existan “territorios comanches” donde sus habitantes se
vanaglorien de que “allí” no entra la Policía. Porque yo les
digo, que al final, siempre entran. Echarle cojones al
Ministerio del Interior y a la sociedad tiene sus riesgos. Y
yo, como abogado, he visto los “los riesgos”, porque así son
las cosas y quien se acuesta con niños meado amanece y si se
es muy chulo para imponer la ley de la jungla en una
barriada, se tiene que ser igual de chulo si, los guardias,
entran con los mazos tirando puertas ¡pumba!, con las caras
tapadas y con el helicóptero acojonando al personal desde el
aire, focazo de luz va, focazo de luz viene. Y al que se
revuelve leña, si se es hombre para encararse en plan
vacilón con la Policía hay que ser hombre para aguantar que
te majen a palos y no ponerte a lloriquear y a invocar los
Derechos Humanos. Eso lo hacen mucho los etarras en las
detenciones, huevos tienen para matar pero luego, cuando les
detienen, exigen más derechos constitucionales y tienen más
melindres que las monjitas de los años cincuenta. En
Andalucía es distinto.
Cada cual tiene asumido su papel. Y se sabe echarle huevos
al asunto cuando te enfrentas a la autoridad y sales con más
palos que una estera. El que se pone chulo vive sus minutos
de gloria y luego encaja las consecuencias de ese momento
triunfal. Sin acritud. Cosas de hombres.
¿De qué se quejan los del PDSC? ¿De actuaciones policiales
para la salvaguarda del orden público y de la pacífica y
civilizada convivencia? Mala cosa. Pura demagogia barata. La
postura honrada sería intervenir para acabar con los focos
de conflicto y de incivismo, les aseguro que, si no hay
conflicto, no hay intervención. Nunca jamás he vito a la
Policía Local malagueña irrumpir en una zona tranquila con
las sirenas puestas, bajarse los tíos, que parecen armarios
roperos con las puertas abiertas y liarse a palos y a
detener a la gente. Eso no sucede. Sí he visto a la Policía
Local llegar concretamente a la barriada de las Castañetas,
allá donde Málaga pierde su nombre y liar la mundial y luego
llamar a sus colegas que van de negro y con las caras
tapadas y al helicóptero dale que te pego y los locales y
los del furgón dale que te pego y allí no piaba ni el
canario.
Y les he visto irrumpir en las Barranquillas hasta con
caballos al galope por las calles. ¿Y qué?. Estamos en
Europa y para el tema del orden público las policías
europeas son muy como son y los nuestros tienen fama de
“blanditos”.
Pero criticar a esa UIR que es un ejemplo para todo el
españolerío patrio y el objeto de culto y de imitación de
todos sus colegas es como criticar a la Giralda en Sevilla
porque excede la edificabilidad.
Es cierto que la demagogia es consustancial a la política y
que cada cual tiene sus estrategias de captación de votos y
de simpatías, pero nunca a riesgo de caer en el absurdo y
ser objeto de burla, chifla y mofa. ¿Criticar a “nuestra”
UIR? Vale. Y luego criticamos las playas porque son agentes
contaminantes ya que, cuando llega el viento, la arena se
levanta y generan polvo y si pasa un alérgico puede
estornudar ¡achiss…!.
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