El mar, muchas veces convertido en lecho de muerte para los
inmigrantes que intentan sin éxito llegar a las costas
españolas, alumbró ayer una vida. Una mujer de origen
subsahariano, que viajaba a bordo de una patera con otros 36
compatriotas (19 varones, 12 mujeres -siete de ellas
embarazadas- y cinco bebés) no pudo esperar más y dio a luz
entre dos mares.
Eran las tres de la tarde cuando el centro coordinador de
Salvamento Marítimo recibió el aviso: una patera había
salido de Marruecos, de una zona cercana a Alhucemas con
destino a España.
Hacía un par de horas que la embarcación había salido desde
tierras marroquíes y dentro de la patera, una mujer a punto
de dar a luz conminaba a sus compañeros a que pararan cuanto
antes. El bebé venía de camino. Los dolores eran tan fuertes
que los tripulantes optaron por buscar tierra firme.
Una corriente de agua los llevó a una playa cercana, había
llegado la hora del alumbramiento. Eran en torno a las nueve
de la noche cuando la pequeña vino al mundo con ayuda de sus
compatriotas dentro del bote.
Los primeros en llegar hasta el lugar de los hechos fueron
los militares del destacamento de la Isla de Alborán, un
poco después Salvamento Marítimo llegaba a la isla para
rescatar a todos los tripulantes, que a bordo de la Salvamar
‘Hamal’ llegaron al Puerto de Motril pasadas las once de la
noche, desde donde de inmediato se llevaron a madre e hija
hasta el Hospital de Motril donde quedaron ingresadas.
“La madre viene muy dolorida, ha sufrido muchos nervios y ha
tenido que andar por rocas para poder dar a luz”, explicaba
Enrique Garverí, patrón de la Salvamar Hamal minutos después
de llegar hasta el Puerto de Motril y todavía conmocionado
por lo atípico de la situación.
El primer nacimiento
Es la primera vez que en la historia de la inmigración en
España una mujer da a luz en mitad del trayecto. El riesgo
fue mucho mayor. Siete mujeres embarazadas no dudaron en
iniciar la peligrosa travesía con la idea de darle un futuro
mejor a sus hijo.
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