La construcción de La Manzana del Revellín afronta su recta
final con los acabados del Teatro-Auditorio. El arquitecto
Avelino Silva, colaborador de Álvaro Siza, realizó ayer una
de sus habituales visitas de obra, durante la cual se
interesó de forma especial por estos detalles, entre ellos,
la colocación del entarimado del patio de butacas o la
construcción del foso de la orquesta, que es móvil. De la
obra pública tan sólo resta por terminar la plaza central.
Para el final quedará la pintura de las fachadas.
A menos de tres meses vista de la entrega de la parte
pública del complejo cultural de La Manzana del Revellín, el
estudio del arquitecto Álvaro Siza sigue muy de cerca la
evolución de lo que pueden considerarse ya los acabados de
la obra. En una de sus habituales, y en esta recta final,
más frecuentes visitas, el arquitecto Avelino Silva revisó
ayer junto con los técnicos responsables de la obra el
estado de las actuaciones en el teatro-Auditorio.
Silva se interesó de manera especial por detalles
relacionados con el foso de la orquesta, que mediante un
sistema hidráulico podrá ocultarse y elevarse.
Además, el colaborador de Siza inspeccionó la recién
instalada tarima del patio de butacas. Por la sala de
conciertos han pasado ya, indicó José María Medina,
arquitecto técnico encargado por Procesa del seguimiento de
la obra, los operarios especializados en el “perlitado” o
acabado interior de las paredes.
Las instalaciones eléctricas, el aislamiento acústico y los
motores de las varas de la caja escénica son otros de los
aspectos en los que se ha trabajado en las últimas semanas.
Por su parte, en lo que respecta a la plaza central del
complejo, se da por finalizada a expensas de la colocación
de la fuente que la adornará y que ha sido diseñada por Siza.
La pileta, con forma de herradura y construida en granito,
ya está en la ciudad. Según explicó el propio Siza en su
última visita, la fuente, que se instalará entre los
edificios del Auditorio y el Conservatorio, integra un banco
para que la gente pueda sentarse a descansar. Otra fuente se
colocará en la esquina de la calle Padilla con el Revellín.
Aunque en un principio se había pensado en aplicar ya la
capa definitiva de pintura de los exteriores, de un blanco
matizado con algo de gris para evitar deslumbramientos en
los días soleados, las lluvias de las pasadas semanas lo
impidieron, de modo que se dejará para el final.
La fase final de la obra es, tal como ha destacado el propio
Siza en sus visitas de obra, especialmente “delicada”. El
arquitecto muestra una gran preocupación por los detalles de
su obra, tanto en exteriores como en el interior,
íntimamente relacionados, como destacaba en Ceuta el pasado
25 de noviembre. Ese fue el día en que desde la Ciudad se
ofreció a los medios de comunicación la fecha prevista para
acabar la obra, la última semana de febrero. Según adelantó
EL PUEBLO en su edición de ayer, la se trabaja en la
organización de un concierto inaugural el 24 de febrero,
coincidiendo con la visita de la ministra de Cultura.
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