Es lo primero que no se ha
observado con Marta Domínguez, a la que una gran parte de
medios de comunicación colocan el viernes en portada o en un
lugar de privilegio, por una nueva operación de doping.
Un juicio paralelo ha comenzado, pero con la misma fuerza
para esta deportista que no “ha tomado”, que para otros
casos que ya han estado metidos en este terreno.
La “Operación Galgo” ya ha dado sus frutos y la gran dama
del atletismo español aparece en el centro de la diana de
todos los franco tiradores.
Bien es cierto que nadie ha dicho, hasta ahora, que ella
haya tomado ningún tipo de producto dopante, pero sí que
aparece, supuestamente, metida en el tráfico de esos
productos, algo que le puede traer más problemas, si es que
se demuestra que ello es cierto.
Los primeros pasos, con todo, han tenido todos los “pros”
que muchos quieren y todos los “contras” para el mundo de la
información, pero la noticia ahí está, y el juicio paralelo
ya no lo va a parar nadie, aunque afortunadamente, ahora
mismo, tras haber estado durante muchas horas declarando
ante la Guardia Civil, en Palencia, Marta Domínguez está en
su casa, en libertad, con cargos.
Y otra vez aparece la negra sobra del doping en el deporte
español, una sombra cada vez más alargada y que va por el
mismo camino que, en su día, llevaron otras investigaciones,
como la “Operación Puerto”.
En su momento, la Operación Puerto podría haber dejado
saneados todos los conductos que escandalizaron a medio
mundo, con lo que “parecía que había en el ciclismo”.
Aquello fue de “mucho ruido y pocas nueces”, desapareció de
la circulación algún técnico que fue el principal cabeza de
turco y la cosa quedó a medias.
Porque, qué casualidad, en la “Operación Galgo” vuelven a
estar “implicados” algunos de los que ya lo estuvieron, en
otros movimientos, antes, como es el caso de Manuel Pascua
Piqueras, o como es el caso de Eufemiano Fuentes.
Mirándolo fríamente, la situación no apunta hacia nada
positivo con la “baraja” de detenidos que hay, donde
aparecen gentes de la medicina, de la farmacia, técnicos y
deportistas.
Lo dicho, en muchas ocasiones: “el ladrón por delante de la
Policía”, pero la Policía sabe cual es el camino para que el
“ladrón” no se vaya con los productos que no le pertenecen.
Y la Guardia Civil que volvió a estar en su sitio, que no
dejó títere con cabeza y de toda la documentación y
productos incautados ya veremos lo que sacan, después, los
organismos que lo tienen que analizar.
Lo más curioso de todo esto es que, una vez más, hacia donde
se está mirando es hacia el escaparate, hacia Marta
Domínguez, sobre la que desde el jueves hay ya un juicio
paralelo, pero no se está entrando en el foco de la cuestión
que es esta práctica de jugar sucio en el deporte y con el
que es más que posible que se hayan colocado muchas
medallas, no sólo los deportistas.
La nota negra, para mí, es que en este lío esté una atleta
de élite, aunque la parte opuesta y positiva a su carrera es
que ella “no ha tomado”.
Ahora, en el juicio de verdad, no en el paralelo, veremos
cómo sale parada Marta Domínguez, mientras otros se irán de
rositas.
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