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Regular el uso de los espacios
públicos es una potestad y una obligación de las
administraciones. La Consejería de Medio Ambiente y
Servicios Urbanos se ha puesto manos a la obra y tiene
prácticamente listo el documento que presentará en forma de
Ordenanza. Uno de los objetivos es mantener controladas
actividades que de no estarlo pueden causar graves
perturbaciones de la convivencia o, al menos, la alteración
de la tranquilidad de muchos ciudadanos. Este es el caso por
ejemplo del ya celébérrimo ‘botellón’, una práctica juvenil
extendida por todo el territorio nacional. Si bien en Ceuta
el fenómeno no ha alcanzado dimensiones especialmente
preocupantes, no está de más que se apliquen medidas
preventivas para evitar que llegue a ser así.
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Los esfuerzos que el Ministerio de
Educación, tal como señala hoy en las páginas de este diario
su director provincial, Aquilino Melgar, despliega el
departamento en la lucha contra el fracaso y el abandono
escolar temprano parecen fuera de duda. Sin embargo, en esta
trascendental cuestión, ninguna administración ha de estar
sola. A pesar de no ser la institución competente en la
materia, la Ciudad ha sabido entender, a través de sus
responsables, que la educación es cosa de todos. De ahí la
existencia de un convenio específico entre los dos
ejecutivos y de iniciativas como la Guía ‘Ceuta te enseña’.
Pero además de nuestros gobiernos, todos los ciudadanos
debemos interesarnos y, en la medida de lo posible,
comprometernos, en una inversión de futuro.
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OPINIÓN / EDITORIAL
