Una zona acotada detrás de la pista de pádel es ya el
espacio reservado por el Gobierno para que los jóvenes se
diviertan los fines de semana. La Policía Local vigila el
lugar y recorre otros puntos de la ciudad avisando a los
chavales de que disponen de un sitio para el ‘botellón’. Una
norma regulará esa actividad.
La Ciudad prepara una ordenanza que regulará diferentes
actividades en la vía pública que actualmente no están
recogidas en ninguna norma como el ‘botellón’, los desguaces
y abandonar vehículos en las calles, según informó Yolanda
Bel, consejera de Medio Ambiente y Servicios Urbanos.
El Gobierno ha entendido que hay actividades que no son
infracciones, “pero tenemos la potestad y la competencia
para regularlas. Es la única manera objetiva de controlar lo
que se hace en la calle y de contar con un criterio objetivo
de sanciones”, explicó Bel.
El equipo de gobierno quiere llevar la ordenanza al pleno
del mes de enero para su aprobación inicial. Después habrá
un plazo de alegaciones ciudadanas de un mes y finalmente se
llevará al pleno de febrero para su aprobación definitiva.
Una de las actividades más extendidas que quedará amparada
por la ordenanza es el ‘botellón’ que numerosos jóvenes
vienen haciendo las noches de los fines de semana en la zona
de la Marina. Desde el primer fin de semana de diciembre, el
ejecutivo está dando un carácter legal a lo que era un
espacio de ocio espontáneo de los jóvenes.
Yolanda Bel detalló a El Pueblo de Ceuta que “hemos
respetado la misma zona, pero acordonándola y dándole una
seguridad con presencia policial permanente. La idea es que
no haya peligros de altercados o venta de drogas y que los
padres estén tranquilos sobre el sitio en el que están sus
hijos por la noche”.
El área situada detrás de la pista de pádel se ha acordonado
para hacer allí el botellón, pero sin permitir el acceso de
los vehículos. Dos patrullas de la Policía Local recorren
constantemente el sitio y cuentan con el apoyo del agentes
de la Unidad de Intervención Policial (UIP) del Cuerpo
Nacional de Policía. Además, se han colocado contenedores
para que los jóvenes tiren las bolsas, botellas y
desperdicios que generen en sus horas de ocio en la calle.
Durante los primeros fines de semana, los agentes de la
Policía Local se dirigen a los chavales que hacen botellón
en otros puntos como el Poblado Marinero, los alrededores de
los juzgados y Correos para informarles de que disponen de
un sitio habilitado para ellos.
La prohibición de entrada de los vehículos se presenta como
una ventaja para los vecinos de Marina Española que no
tendrán que soportar los ruidos que alteraban su descanso
nocturno.
Los dos primeros fines de semana de diversión para los
jóvenes en el área acordonada se han desarrollado sin
incidentes.
|
El poco gasto público se destinará a dar información
El dispositivo dedicado al
‘botellón’ no va a suponer un gran gasto para las arcas
públicas según Yolanda Bel. La portavoz del Gobierno aclaró
que Ceuta no tendrá que destinar mucho dinero como ocurre en
otros sitios porque “tenemos una zona asfaltada, bien
ubicada, con su alumbrado específico, contenedores y la
Policía Local no tiene que dedicar efectivos nuevos a esa
actividad”.
La consejera de Medio Ambiente y Servicios Urbanos señaló
que “la inversión va a ser mínima. Destinaremos algo de
dinero a una campaña informativa”.
Uno de los puntos que queda en al aire y se concretará en el
desarrollo de la ordenanza será el horario de acceso al área
acotada para el ocio nocturno. La Policía Local hará cumplir
cada fin de semana el que se establezca.
La consejera se reunió esta semana con representantes de la
Cámara de Comercio y el sector de la Hosteleria a los que
explicó el plan de actuación para ordenar lo que empezó
siendo una actividad espontánea de cientos de jóvenes y que
ha causado muchas molestias.
Los vecinos del centro de Ceuta y Patio Páramo se quejaron
el pasado mes de noviembre a este periódico porque ya no
podían más. Las noches de los fines de semana tenían que
aguantar el alto volumen de la música, los gritos y risas en
sus calles y en las galerías comerciales
Otro colectivo que se quejó fue el de los propietarios de
los locales del Pueblo Marinero. Estos vieron como grupos de
personas consumían bebidas adquiridas en las tiendas y no en
sus bares.
|