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OPINIÓN - SÁBADO, 11 DE DICIEMBRE DE 2010

 

OPINIÓN / SNIPER

Fernando Carbonell: militar y caballero
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

El pasado miércoles día 8 fallecía en Alicante, víctima de un cáncer de garganta, el general de Brigada Fernando Carbonell Sotillo, quien durante cuatro años y hasta el 18 de enero de 2008 sirvió en esta Plaza como Segundo Jefe de la Comandancia General de Ceuta (COMGECEU), desempeñando no obstante durante casi dos meses y de forma interina (entre la marcha del general Gómez Hortigüela y la llegada del general Vidal de Loño) el máximo mando de la guarnición. Tuve el honor de conocer y tratar en varias ocasiones al general Carbonell, del que guardo un grato recuerdo.

Militar y caballero con un alto sentido del honor, al general Fernando Carbonell bien le cuadraban aquellos versos, ya clásicos, del también militar y escritor de nuestro Siglo de Oro Pedro Calderón de la Barca (1600-1681): “Este ejército que ves / vago al hielo y al calor / la república mejor/ y más política es / del mundo, en que nadie espere / que ser preferido pueda / por la nobleza que hereda, / sino por la que él adquiere; / porque aquí a la sangre excede / el lugar que uno se hace / y sin mirar cómo nace / se mira como procede. / Aquí la necesidad / no es infamia; y si es honrado, / pobre y desnudo un soldado / tiene mejor cualidad / que el más galán y lucido; / porque aquí a lo que sospecho / no adorna el vestido el pecho, / que el pecho adorna el vestido. / Y así, de modestia llenos, / a los más viejos verás / tratando de ser lo más / y de aparentar lo menos. / Aquí la más principal / hazaña es obedecer, / y el modo como ha de ser / es ni pedir ni rehusar. / Aquí, en fin, la cortesía,/ el buen trato, la verdad, / la firmeza, la lealtad, / el honor, la bizarría, / el crédito, la opinión, / la constancia, la paciencia, / la humildad y la obediencia, / fama, honor y vida son / caudal de pobres soldados; / que en buena o mala fortuna / la milicia no es más que una / religión de hombres honrados”.

Quizás sea estos días oportuno recordar sus últimas palabras al besar, emocionado, a la bandera en su acto de despedida oficial en el acuartelamiento legionario de García Aldave (Cerro de la Niebla, antigua Posición A): “Los ceutíes saben para lo que estamos aquí”. ¡Siempre a tus órdenes, mi general!. Sit tibi terra levis.
 

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