El pasado miércoles día 8 fallecía
en Alicante, víctima de un cáncer de garganta, el general de
Brigada Fernando Carbonell Sotillo, quien durante cuatro
años y hasta el 18 de enero de 2008 sirvió en esta Plaza
como Segundo Jefe de la Comandancia General de Ceuta (COMGECEU),
desempeñando no obstante durante casi dos meses y de forma
interina (entre la marcha del general Gómez Hortigüela y la
llegada del general Vidal de Loño) el máximo mando de la
guarnición. Tuve el honor de conocer y tratar en varias
ocasiones al general Carbonell, del que guardo un grato
recuerdo.
Militar y caballero con un alto sentido del honor, al
general Fernando Carbonell bien le cuadraban aquellos
versos, ya clásicos, del también militar y escritor de
nuestro Siglo de Oro Pedro Calderón de la Barca (1600-1681):
“Este ejército que ves / vago al hielo y al calor / la
república mejor/ y más política es / del mundo, en que nadie
espere / que ser preferido pueda / por la nobleza que
hereda, / sino por la que él adquiere; / porque aquí a la
sangre excede / el lugar que uno se hace / y sin mirar cómo
nace / se mira como procede. / Aquí la necesidad / no es
infamia; y si es honrado, / pobre y desnudo un soldado /
tiene mejor cualidad / que el más galán y lucido; / porque
aquí a lo que sospecho / no adorna el vestido el pecho, /
que el pecho adorna el vestido. / Y así, de modestia llenos,
/ a los más viejos verás / tratando de ser lo más / y de
aparentar lo menos. / Aquí la más principal / hazaña es
obedecer, / y el modo como ha de ser / es ni pedir ni
rehusar. / Aquí, en fin, la cortesía,/ el buen trato, la
verdad, / la firmeza, la lealtad, / el honor, la bizarría, /
el crédito, la opinión, / la constancia, la paciencia, / la
humildad y la obediencia, / fama, honor y vida son / caudal
de pobres soldados; / que en buena o mala fortuna / la
milicia no es más que una / religión de hombres honrados”.
Quizás sea estos días oportuno recordar sus últimas palabras
al besar, emocionado, a la bandera en su acto de despedida
oficial en el acuartelamiento legionario de García Aldave
(Cerro de la Niebla, antigua Posición A): “Los ceutíes saben
para lo que estamos aquí”. ¡Siempre a tus órdenes, mi
general!. Sit tibi terra levis.
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