Un joven ocupó el banquillo de los acusados por un presunto
delito de robo con fuerza, por el que la Fiscalía pide un
año de cárcel para el procesado. Según el encargado y el
propietario del establecimiento, la pared trasera del mismo
tenía una perforación a varios metros de altura con respecto
al suelo, siendo conscientes de los hechos ya que el sistema
de seguridad saltó y la señal acústica lanzó el aviso a los
agentes de Policía, conocido como el método del butrón.
Estos manifestaron haber acudido a la zona y no ver a nadie
durante la inspección del local, en el que tampoco faltaba
ningún objeto. Sin embargo, 5 minutos después de las dos y
media de la madrugada, la Policía recibiría un nuevo aviso
ya que una vecina de la zona había divisado a dos jóvenes en
el tejado del mismo. Uno de los agentes aseguró haber
preguntado al acusado qué estaba haciendo por el tejado y
que este no había escapado de la zona. Un segundo agente,
sin embargo, dijo ayer no haber visto a nadie en dicho
tejado por lo que el juicio quedó visto para sentencia.
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