El ceutí Francisco Sánchez estaba exultante en el momento de
recibir el galardón. Asistió acompañado de su mujer y de sus
dos hijas, así como un invitado de excepción, su nieto de
tres años. Además, estuvo arropado por muchos amigos que
quisieron apoyarle en un momento tan especial para él. El
investigador se ha tomado este reconocimiento como un
compromiso con la ciudad para seguir haciendo trabajos,
aunque también le ha supuesto “una inmensa alegría, no sólo
por el premio sino también por la reacción que han tenido
los ceutíes, son incontables las felicitaciones que he
recibido desde el momento en que fue confirmado el
galardón”.
Otro de los aspectos que más le habían enorgullecido se
produjo cuando la consejera de Cultura, Mabel Deu, le
notificó que, por unanimidad, el jurado había considerado
hacerle entrega de un premio que valora toda su trayectoria,
de la que Sánchez Montoya habló durante el discurso que
había preparado para la gala, “Todos estos trabajos han sido
como viajar en un tren. Comencé investigando en los años 80
acerca del poeta Miguel Hernández y, también en esa época,
comenzó mi colaboración con Higinio Molina, con el que hice
un documental. Más tarde, en el año 92, realicé un estudio
sobre las visitas reales a Ceuta y tuve la gran suerte de
hacérselo llegar a Juan Carlos I cuando vino a la ciudad
hace unos años”, señaló.
Asimismo, Sánchez Montoya también habló de “la joya de la
corona”, tal y como él se refiere al libro sobre cómo se
vivió la II República y la Guerra Civil en Ceuta. La
investigación “duró 10 años y, llegué incluso, a viajar
hasta Santander para realizar una entrevista. Ha sido muy
intenso pero el trabajo ocupa un lugar destacado, era
importante que se conociera esa época”, afirmó.
Entre sus proyectos futuros, el historiador tiene previsto
continuar sus estudios sobre el alcalde de la ciudad,
Antonio Sánchez Prados.
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