El jefe del Estado Mayor de la Comandancia General de
Ceuta, Javier Azcárraga Gómez, dejará su cargo en la ciudad
el próximo 20 de diciembre tras cumplir los dos años
reglamentarios. Azcárraga ingresó en la Academia Militar en
el año 1977 y finalizó su formación en 1981. Fue destinado
como teniente al Regimiento de Artillería número 29 de
Huesca. Como capitán estuvo en varias ciudades españolas,
como Guadalajara o Valencia. Con el diploma del Estado
Mayor, recaló en varios cuarteles generales. Mandó un grupo
de Artillería de Campaña en Zaragoza para después llegar a
Valencia. El coronel destaca las buenas sensaciones que se
lleva de Ceuta además de elogiar la labor de Vidal de Loño.
Pregunta.- ¿Puede resumirnos brevemente los destinos que ha
tenido a lo largo de su vida militar?
Respuesta.- Ingresé en la Academia en el año 1977 y finalicé
en 1981 siendo destinado como teniente al Regimiento de
Artillería número 29 en Huesca. Ya de capitán tuve primero
destinos logísticos, como fue el caso de Guadalajara y
Valencia ligados también a la Artillería. Después como
Comandante todos mis destinos estuvieron relacionados con el
Estado Mayor, el cual acababa de realizar. Estuve en varios
cuarteles generales de cierno nivel. Como teniente coronel
tuve la fortuna de alternar destinos de mi diploma de Estado
Mayor con los de campaña, que es otra de mis pasiones. Mandé
un grupo de Artillería de Campaña autopropulsado en Zaragoza
y posteriormente recalé en el cuartel general de Valencia.
Ascendí y estuve un tiempo allí como funcionario de Estado
Mayor y posteriormente en diciembre de 2008 me incorporé a
este puesto en Ceuta.
P.- ¿Qué significa y para qué sirve un Estado Mayor en
una unidad importante como lo es la de la Comandancia
General de Ceuta?
R.- El Estado Mayor es el primer órgano asesor del
comandante general y estar tan cerca de este mando en esta
plaza es algo muy importante. Los jefes de Estado Mayor
tienen que saber analizar las situaciones, saber hacer
propuestas y recomendar al comandante general la que se
estime más oportuna. Una vez ha decidido, se lleva a la
práctica y se elaboran las instrucciones y las órdenes para
que las unidades las lleven a cabo, además de ir comprobando
que se sigue la línea marcada por el comandante general, en
este caso, en Ceuta.
P.- ¿Cuál ha sido su experiencia personal en el trabajo
diario con el comandante general, Enrique Vidal de Loño?
R.- Ha sido fantástica. Conozco al comandante general desde
hace bastantes años de otros destinos y lugares de España.
Quizá alguna adaptación sí que me ha podido sorprender con
respecto a las peculiaridades de lo que es Ceuta y de lo que
es este cuartel general respecto a otros lugares donde hemos
trabajado juntos. Pero no ha habido ningún problema. Conocía
la talla profesional y personal del comandante general y
trabajar con él ha sido estupendo.
P.- ¿Cómo ve el JEM en Ceuta la reducción de efectivos
militares, por ejemplo, en las USAC?
R.- Es un tema sensible para el cual se necesita tener una
autorización expresa para desarrollar una opinión. No
obstante está en el ámbito de todos y la reducción ni ha
sido muy importante ni se va a materializar a corto plazo ya
que lleva un período de transición y entonces podrá haber
oportunidades para reubicar, contando con la natural
renovación de personal que se produce en las unidades con
ascensos o cambios voluntarios de destino. Es un asunto del
cual se precisan determinados requisitos para poderlos
desarrollar.
P.- ¿Qué le han aportado sus dos años como Jefe de Estado
Mayor de esta COMGE personal y profesionalmente?
R.- Seguir enriqueciéndome en los dos sentidos. Poder
trabajar en este puesto tan importante y con sus
peculiaridades además de la interacción con el estamento
civil, las Administraciones, los particulares, etc. Ha sido
una experiencia muy positiva trabajar con compañeros
pertenecientes a todas las Armas. Viniendo desde una ciudad
como Valencia, llegar a una ciudad con mar como Ceuta no
podía estar mal. He conocido personalmente nuevos horizontes
y recorrer tanto del norte y del sur. Todo han sido
facilidades.
P.- ¿Qué le ha aportado Ceuta que no haya encontrado en
otro destino militar anterior?
R.- Sobre todo en la Semana Santa. Los lugares en los que he
estado destinado no se vive en las plazas esta festividad
como es el caso de Ceuta. Cerca de 30 años de servicio he
estado en muchos sitios, pero aquí la Semana Santa se vive
de una manera especial, ya que no he estado destinado en
comunidades autónomas como Castilla-León o Andalucía, por
ejemplo. Ha sido una experiencia muy positiva.
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