La representante del Ministerio Fiscal y el letrado de la
acusación particular pusieron ayer en tela de juicio la
veracidad de la denuncia interpuesta por una mujer contra su
ex marido por supuestos abusos sexuales a la hija menor del
matrimonio. Causa que quedó archivada y que ayer otra vez
veía la luz sentando en el banquillo de los acusados no sólo
a la madre de la menor sino también a la psicóloga de la
niña, quien en su informe profesional afirmaba tajantemente
que la menor había sido víctimas de esas conductas sexuales
que habían vulnerado su intimidad a la edad de 5 años. El
juicio tendrá que continuar el 20 de enero.
Dos mujeres fueron sentada ayer en el banquillo de los
acusados del Juzgado de lo Penal por el delito de denuncia
falsa que les imputaba tanto la representante del Ministerio
Fiscal en la ciudad como el letrado de la acusación
particular abanderada por el ex marido de una de las
imputadas.
Por tales delitos, la Fiscalía pide un año de prisión y una
multa de 6.000 euros para cada una de las procesadas
mientras que la acusación particular solicitó dos años de
cárcel y 7.200 euros de multa.
Los hechos tuvieron su origen en una denuncia planteada el
25 de julio de 2003 por una de las acusadas hacia su ex
marido, al que imputaba abusos sexuales a su hija menor de
edad y fruto del matrimonio. Causa que ante los tribunales
quedó archivada después de que la investigación y las
pruebas practicadas por el forense a la menor determinasen
que la misma no había sido víctima de tal vulnerabilidad.
Sin embargo, el procedimiento veía ayer de nuevo la luz
aunque de manera contraria, sentando a la madre de la menor
y la psicóloga que la trató en el banquillo de los acusados
para que diesen cuenta de cómo se diagnosticaron tales
conductas delictivas y si a la menor la habían inducido a
efectuar tales declaraciones que iniciaron el primer
procedimiento, que quedó archivado.
La primera en prestar declaración ante la magistrada del
Juzgado de lo Penal fue la madre de la menor quien durante
todo el interrogatorio, insistió en que nunca había
pretendido separar a su hija del padre y que el régimen de
visitas que había determinado el juez tras el divorcio
“siempre se cumplía”. Según narró la imputada, la causa que
la movió a llevar a la niña a la psicóloga, que por entonces
tenía apenas 5 años, eran “las conductas agresivas ya que me
pegaba y estaba muy irascible. Además, me contó que su padre
le había tirado unos libros y una mesa, y quería averiguar
si era verdad”. Fue desde marzo de aquel año cuando la
psicóloga comenzó a tratar a la menor cuyas facultades
conductuales “estaban por debajo de la normalidad”. Unas
diez sesiones comenzaron a indicar que la niña “había
sufrido abusos y señalaba a su padre porque ella misma me
contaba y me gestualizaba lo que se suponía que eran juegos
pero el juez, en su momento, no me creyó”, indicó la
encausada.
Sobre la relación de esta con su compañera de banquillo, el
letrado de la acusación particular cuestionó que “tomando un
café” se hubiese aprovechado para elaborar el informe
psicológico de la menor en aras de obtener la custodia de la
niña y disminuir la duración de los tiempos de estancia con
el padre. “No nos conocíamos de nada, sólo habíamos
coincidido en el despacho de abogados que me llevó el
divorcio. Y mi abogado dejó que ella revisara a la niña
porque se especializaba en temas de menores”, apuntó.
Si la denuncia fue interpuesta en julio, no fue hasta
septiembre cuando la acusada llevo a si hija de nuevo a la
consulta ya que “durante el verano me detalló con pelos y
señales lo que su padre hacía con ella pero sólo tuvimos una
sesión porque yo pedí que, además, la viesen otros expertos
en un puto de encuentro familiar. Pero mi petición fue
denegada por el juez y ya comenzaron a acusarme de haberme
inventado toda esta historia e incluso haberle pagado a la
psicóloga el informe para beneficiarme de él en el ámbito de
la custodia”, relató la madre de la menor y acusada de
denuncia falsa por su ex marido y la Fiscalía.
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