Volviendo por donde íbamos ayer y
como advertía en la columna del pasado día 4, en Melilla los
vecinos no dejan de intentar apretar el dogal, pasando a la
algarada pura y dura tal y como pronosticaba no hace tanto a
los compañeros de la SER en Ceuta. Para hoy estaba previsto
un corte en la frontera de Beni-Enzar, coincidiendo con el
final del “puente”, mientras el senador en la Cámara Baja de
Rabat y alcalde de esa localidad fronteriza, Yahya Yahya,
amenaza con cortar de forma inminente parte del suministro
de agua que abastece a Melilla. Esta maniobra ya le fue
advertida a este escribano del “limes” durante la última
concentración en El Tarajal, frontera con Ceuta, ciudad que
también recibe un pequeño caudal procedente de los afluentes
de Beliones. De forma paralela, tras colarse en Melilla un
puñaado de activistas lograron enarbolar en la plaza de
España una bandera marroquí, mientras lanzaban octavillas
contra el pérfifo “colonialismo español” (sic) y lanzaban
consignas por la “liberación” de la ciudad. Nada nuevo bajo
el sol. Acciones todas “cantadas“ y que se fueron ensayando
meticulosamente. La que no prosperó, gracias al notable
despliegue y celo de las fuerzas de seguridad, fue una
similar en el estadio “Alfonso Murube” durante el
emocionante encuentro del 26 de octubre entre la A.D. Ceuta
y el F.C. Barcelona.
Aquí, siempre Ciudad Querida, el presidente Vivas ha estado
sereno y contundente al señalar estos días que es una
“provocación pedir la descolonización de Ceuta” (“disparate”
para Imbroda en Melilla) y es que España, a través de ambas
ciudades, presta hoy por hoy servicios esenciales a la
población marroquí de sus respectivos “hinterland”.
¿Impedirán los promotores de esos presuntos “comités de
liberación” el acceso a Ceuta y Melilla de sus compatriotas
para ganarse el pan o para venir a dar a luz.?. O
simplemente para hacer turismo.
Comentarles finalmente que algún medio del vecino país, de
puntillas y muy de pasada (¿por qué será?) ha hecho algún
descafeinado comentario sobre las referencias al Reino de
Marruecos substraídas de los jugosos informes de la embajada
de los Estados Unidos en Rabat. Así, L´Economiste en su
edición del 6 de este mes despacha el asunto en cuatro
líneas: “Au volet maroco-marocain, Wikileaks pointe du doigt
‘la corruption qui sévit dans l´armée, notanment chez les
grades’. La corruption est également présente dans l
ínmobilier. D´ailleurs, Wikileaks site dans sa note
l´intervention de Khalid Beelyazid, DG du Groupe Eco-Médias,
sur la pratique du ‘noir’ dans l´inmobilier”. Y en cuanto
España, insisto: la portada que les reproduje ayer con el
insulso “¿Todo bien”?” de los sinvergüenzas y piratas
mediáticos de “Siglo XXI Marruecos”, presuntos ladrones de
ideas ajenas, va a ser que no... Las cosas están peor que
cuando el Perejil. Visto.-
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