La SEO-Birdlife de Ceuta se reúne hoy con el SEPRONA para
exponer su preocupación por los contenedores frigoríficos
que han colocado en la zona de Calamocarro, declarada ZEPA,
y que se encuentra junto al centro de anillamiento de aves
con el que cuenta esta sociedad. A estos depósitos vierten
restos de animales y los coches que los trasladan son
lavados con productos químicos que perjudican al medio
ambiente.
El responsable del área de conservación medioambiental de la
SEO-Birdlife de Ceuta, José Jiménez, acude hoy a hablar con
el SEPRONA para denunciar lo que está ocurriendo en
Calamocarro, junto a la zona de anillamiento de aves que
tiene esta sociedad en este monte. En Punta Blanca han
instalado unos contenedores frigoríficos en los que se
depositan todo tipo de desechos de animales, y ahora, “con
la reciente fiesta del borrego, lo que más llega son restos
de este animal”.
“El problema de la colocación de estos depósitos perjudica
tanto a los vecinos como al centro de anillamiento que tiene
la SEO en ese lugar e incluso al mar”, expone este miembro
de la SEO. “El ruido que provoca los generadores de estas
cámaras molesta a los propietarios de los chalés que hay en
la zona”. En un segundo apartado, Jiménez destaca que “los
coches que trasladan estos desechos los limpian allí con
productos químicos para desinfectarlos y el agua se filtra
de tal manera que llega tanto a la vegetación del lugar como
al centro de anillamiento de aves de la SEO, así como al
mar”. Aunque el ecologista desconoce el producto que
utilizan para limpiar estos coches, “por el olor que
desprende parece tratarse de zotal”.
Por otra parte este territorio ha sido declarado como ZEPA
(zona de especial protección para las aves) y Jiménez, no
sabe “hasta qué punto la instauración de esos contenedores
en Calamocarro es una buena decisión”.
El miembro de la SEO explica que esta planta estaba
anteriormente instalada en el Hacho, donde se compactaba la
basura para después ser enviada a la península, pero que
ahora la han trasladado a la zona de Calamocarro. “No sé si
están cumpliendo la normativa, qué tipo de permisos existen
para que lo hayan colocado allí”, porque asegura, que entre
otras cosas, no se les ha informado de esto a nadie que
pueda sentirse afectado, ya sea el centro de anillamiento o
a los vecinos de la zona”.
Además, en el mismo lugar “han hecho un boquete de dos
metros de ancho por dos metros de profundidad, en el que “se
pensaba que serviría como fosa séptica, pero el tiempo pasa
y aún no se le ha dado ninguna utilidad, y con la lluvia de
estos últimos días se ha cubierto de agua y supone un
peligro para todo el que anda por su alrededor, porque no
cuenta con ninguna valla de protección”, concluye.
Hoy el equipo de Jiménez se reunirá con el SEPRONA para
exponerles su preocupación.
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