El presidente melillense, Juan José Imbroda (PP), ha
considerado un disparate que Marruecos vaya a recurrir a
Naciones Unidas (ONU) para reclamar la soberanía de Ceuta y
Melilla, y ha pedido al Gobierno español firmeza ante las
continuas manifestaciones en ese sentido. Imbroda ha dicho
que el Gobierno español tiene que “ponerse un poquito firme
con ellos, llamarles la atención y decirles que ya está
bien”, tras varios meses de reivindicaciones de dos ciudades
españolas.
En opinión del mandatario autonómico, que Marruecos se esté
centrando en la soberanía de dos ciudades españolas es un
“disparate descomunal”, sobre todo teniendo en cuenta el
conflicto que tiene ese país actualmente, en relación al
Sáhara Occidental.
“Con la que está cayendo y la que tienen liada, tras treinta
años, tienen bastante tema como para que se preocupen de
ello e intenten arreglarlo en paz y respetando los derechos
humanos”, ha manifestado.
Imbroda se ha mostrado convencido de que lo que se está
haciendo es “engañar a la población” con acusaciones, por
ejemplo, contra la prensa española con el pretexto de querer
“montar un conflicto internacional y diplomático”, con
anuncios de marchas sobre Ceuta y Melilla.
“Esto no se sostiene”, ha aseverado Imbroda, que se ha
preguntado en qué entidad puede defender Marruecos un
argumento así, máxime cuando la prensa española cuenta con
las garantías de la libertad que le confiere un Estado de
Derecho.
En cualquier caso, el presidente melillense ha insistido en
su deseo de que España y Marruecos mantengan unas buenas
relaciones y se ha mostrado a favor de apoyar al país vecino
“en todos los niveles” para que se desarrolle
democráticamente y económicamente, para que se acerque más a
Europa.
Eso sí, ha precisado que Marruecos se tiene que dejar
ayudar, respetando y expresando lealtad al “amigo” que le
está ayudando y favoreciendo.
“A estas alturas no se pueden aguantar salidas extemporáneas
como las que ha tenido Marruecos”, ha concluido.
Marruecos
Dos de las principales formaciones políticas marroquíes
instaron ayer al gobierno de su país a que envíe el
expediente de las ciudades autónomas españolas de Ceuta y
Melilla a la Cuarta Comisión de la ONU, encargada de los
procesos de descolonización en el mundo.
En una resolución adoptada ayer por la Cámara de Consejeros
(Cámara Alta), las fuerzas parlamentarias en su conjunto
pidieron al pueblo marroquí que “movilice a sus fuerzas para
la defensa de las causas sagradas de la naciones,
especialmente la unidad territorial”.
Según la agencia oficial MAP, el representante del grupo
parlamentario de la Agrupación Constitucional Unificada
(mayoritario en el Parlamento), Driss Radi, pidió al
Ejecutivo “enviar el dossier de Ceuta, Melilla y los otros
presidios ocupados a la Cuarta Comisión de la ONU”.
Asimismo, solicito que se organicen “comisiones de audición
para las víctimas de los crímenes contra la humanidad
cometidos por el Estado español en su guerra colonial contra
el pueblo marroquí, tanto en el norte como en el sur del
reino”.
Radi también pidió a Rabat que comience a imponer el visado
obligatorio a los ciudadanos españoles para entrar en
Marruecos, en virtud del principio de reciprocidad.
A la petición de llevar Ceuta y Melilla ante la Cuarta
Comisión -que ahora mismo es competente, por ejemplo, sobre
el caso del Sahara Occidental- se sumó también, según la
MAP, el Partido Autenticidad y Modernidad, considerado
próximo al Palacio Real.
El presidente del grupo del PAM, Abdelhakim Benchemach,
reclamó en este sentido una investigación internacional
sobre los “crímenes contra la Humanidad” supuestamente
cometidos por el Estado español durante el período del
protectorado en el norte del país.
En su resolución, la Cámara de Consejeros reclama al pueblo
marroquí que se movilice detrás del rey Mohamed VI para
defender los intereses supremos y las causas sagradas del
país, particularmente la integridad territorial de la
nación”.
Asimismo, los legisladores exhortaron al Ejecutivo a
“revisar y tomar todas las medidas y medios susceptibles de
defender los intereses y la integridad territorial del país”
con el objeto de defender “la edificación de una sociedad
democrática moderna en tanto que factor de seguridad
estabilidad en el sur del Mediterráneo”.
Este texto se suma al que ayer aprobó la Cámara de
Representantes (Cámara Baja) en el que se pedía al gobierno
a “revisar el conjunto de las relaciones de Marruecos con
España”, así como a reabrir el expediente de Ceuta y
Melilla.
Ambo textos responden a la moción aprobada el viernes en el
Parlamento español en la que se condenaba la violencia en el
desmantelamiento del campamento saharaui de Gdaim Izik, sin
mencionar a Marruecos.
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