Lo que tendremos que ver es si
decide con dignidad o con la “fuerza” de Aróstegui, tras las
elecciones celebradas el pasado jueves.
La situación ha estado tan igualada que CCOO no fue la
candidatura más votada, a pesar de la cantidad de votos que
contabilizó por correo y que, con todo y eso, sacó 34 menos
que UGT. Ya era hora.
Los dos sindicatos de clase se llevaron “el gato al agua”,
logrando diez representantes cada uno de ellos para la Junta
de Personal Docente.
Y hay algo que debemos resaltar y es que Aróstegui, también
aquí, comienza a perder terreno, donde parecía que era su
terreno abonado, tras muchos años de dominio.
El personal se ha dado cuenta de este sujeto y de que unos
mismos siempre en el “machito”, al más claro estilo del PRI
mejicano, no es lo más potable, para nada.
Ahora lo que hace falta es que los dos representantes de
ANPE se den cuenta y sepan aprovechar sus bazas, porque
volver a entregarse a Aróstegui, permitiendo que siga en la
presidencia no sería lo más normal, ni lo más digno para el
propio sindicato de derechas, que es ANPE.
Si ANPE se entrega a Aróstegui es que no sabe donde está, no
sabe por donde ha llegado y no ha cumplido con lo que ha
prometido de que se inclinaría por la candidatura más
votada.
Ahora es el momento de hacer ver “al patriarca de los
sindicatos en Ceuta”, que eso no es el huerto particular
suyo, y que hay otros que, ahora, han sacado más votos que
él, porque los votantes, el pasado jueves, decidieron no
votarle como en otras ocasiones, durante más de 20 años.
Para eso, ahora mismo sólo hay un grupo, ANPE, que si se
mantiene neutral, sólo eso, habría terminado con ese nefasto
dominio de CCOO, en esta parcela.
ANPE y CESIF, con dos y un representantes respectivamente,
no deben decidir quien es el presidente de la Junta de
Personal Docente, salvo que pretendan ellos, hacerle el
caldo gordo a Aróstegui y salvo que quieran ellos ostentar
la presidencia, cosa poco probable.
La abstención de estos dos sindicatos o votar a la
candidatura que ha tenido más apoyos sería lo verdaderamente
potable, con lo que permitirían cambiar los unos CCOO por
los otros UGT, que tienen diez representantes cada uno, pero
con más votos logrados por UGT. Así de claro.
Llegados a esta situación, ahí quiero ver al sindicato ANPE,
ahí tiene la oportunidad de demostrar que tiene personalidad
propia y que no actúa para adulterar lo que hubo en las
urnas.
En cientos de ocasiones, yo he dicho que no estaba con
ninguno de los sindicatos de clase, pero si me inclino aquí
por UGT es porque si logra la presidencia, sería el único
capaz de cerrar ese ciclo temporal similar al PRI al que
tanto trabajo costó desbancar.
Así de claras están las cosas y así de claras las debe tener
ANPE, salvo que quieran pasar a la historia del
sindicalismo, aquí en Ceuta, como el sindicato que no tuvo
la dignidad de respetar la mayoría de las urnas, dando sus
apoyos a quien había quedado en segundo lugar.
Y hay más, no son muchos los votantes que han empujado a
ANPE, con lo que si entran ahora en enjuagues raros con
maridajes atípicos, lo poco que han logrado ahora lo
perderán en las próximas.
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