Finalmente, a primeras horas de
ayer sábado la marcha simbólica por la “liberación de Sebta
y Melilia” quedó aplazada para mejor ocasión. O sea para
cuando corresponda. No voy a gastar ahora salvas analizando
los por qués. Señalar tan solo el detalle de la ridícula
pero simbólica concentración ante la sede del Instituto
Cervantes) en Rabat (mascarón de proa de la proyección
cultural española en el extranjero), sobre ciento veinte
personas y una de sus reivindicaciones, les cito primero la
insolvencia mental...: “Reivindicar la independencia de
Ceuta, Melilla y el resto de territorios ocupados por
España”; ... y luego la mamarrachada: “pedir el respeto a
los derechos de los marroquíes que viven en ellos”,
explicaba el coordinador de la movida, Driss Reduani,
secretario general de las juventudes del travestido Partido
del Progreso y el Socialismo (PPS), reducto de los antiguos
comunistas.
Escucha hijo, Driss habibi: Los ciudadanos residentes en las
españolas ciudades de Ceuta, con independencia de su origen
incluido el marroquí, gozan al igual que en el resto de
España de más derechos y libertades que los marroquíes en su
propio país. Tú que vas de tan “progre” e izquierdoso, chof
habibi, los que están discriminados en Marruecos son además
los extranjeros, turistas o residentes: discriminados en
derechos universales y en libertades. Cuando quieras, es
decir cuando tu país me vuelva a dejar entrar un día de
estos, hablamos hijo. Eres joven y tienes todavía mucho que
aprender. España no es parte de los grandes problemas de
Marruecos, al contrario Driss: es parte de la solución. De
entrada, pregunta en esa Ceuta por la que tan teatralmente
gritáis que “defenderemos con nuestra alma, nuestro corazón
y nuestra sangre”, venga ya, cuántas centenares de jóvenes
madres marroquíes entran un día sí y otro también, gozosas y
afortunadas, a dar a luz en el “presidio”. ¿O vas tú a
llevarlas a parir a Rabat...?.
Vuestro gran problema y temor es la vecina Argelia. Si las
FAR (Fuerzas Armadas Reales) han sido incapaces de acabar,
en 35 años, con las milicias del Polisario, entiendo que
Argelia y el ejército argelino os pongan los pelos de punta.
Ahí, por íntimos motivos, estoy con vosotros, Driss, hijo.
Salud.
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