Descubrir el patrimonio natural con el que cuenta la cuidad
es lo que se disponen muchos senderistas cuando acuden a los
bosques ceutíes. En ‘García Aldave’ se encuentran las
instalaciones de la empresa municipal Obimasa, EL PUEBLO
pasa una jornada con los monitores, biólogos y educadores de
esta sociedad, para descubrir la finalidad que cumple en
materia de medio ambiente. Sensibilizar a la ciudadanía,
trabajar para la conservación, recuperación y repoblación de
la flora y fauna de Ceuta son algunos de sus objetivos.
Hace casi 2.000 años, Ceuta era descrita como una región
completamente cubierta de grandes bosques poblados por
numerosas fieras. Los primeros pobladores empezaron la
explotación de esta gran riqueza forestal como fuerte de
carbón, leña y madera, además de abrir claros con el fuego
para instalar zonas de cultivo. Los alcornocales y
quejigares empezaron a declinar.
En el siglo XV todavía existía una buena cubierta arbórea,
pero el crecimiento de la población ceutí provocó el aumento
de la explotación de estos bosques, y su destrucción por
incendios durante las guerras.
En 1860 sólo quedaban ya 520 hectáreas de alcornocal que
ocupaban las laderas de exposición norte desde el Arroyo del
Infierno hasta Benzú.
Hoy en día únicamente puede disfrutar de 15 hectáreas de
alcornoques. Gran parte de los montes están poblados por
especies alóctonas como eucaliptos, con unas 205 hectáreas y
pinos unas 95 hectáreas.
Los quejigos han tenido peor suerte y tan sólo quedan 4 y
pequeños grupos de majuelos, acebuches y castaños.
Pasado el temporal de esta semana, llegado el buen tiempo
con el cielo despejado, aunque con frío, apetece pasear por
los montes de Ceuta y comprobar o conocer la situación en la
que se encuentran los bosques.
Subir por el monte ‘Hacho’ es deleitarse por su vegetación,
miradores, y rincones donde poder tomar un té, pero si la
decisión te lanza rumbo al monte de ‘García Aldave’, el
paisaje que se presenta ante el excursionista es
espectacular. La naturaleza invade, aunque nada parecido con
la que contaba años atrás. La mezcla de los rayos del sol
con las hojas de la arboleda provoca un colorido
impresionante.
La carretera con curvas te dibuja un paisaje cada vez más
poblado de vegetación y con algún que otro merendero en
algunos rellanos. Al fondo, un edificio blanco, y en su
fachada un cartel que dice ‘Obimasa’. Al entrar se oyen
voces de niños, te preguntas ¿un colegio?, debe ser
imposible que haya una escuela situada en esta lugar de la
ciudad. Aparece una mujer con uniforme que dice llamarse Ana
Vallejo, bióloga. Tras preguntarle que era aquel lugar y de
dónde venían los sonidos, Vallejo respondía, “somos una
empresa dedicada, entre otras cosas, a sensibilizar a la
ciudadanía en materia medioambiental. A quien oyes son niños
del colegio Ortega y Gasset, han venido de excursión, porque
organizamos programas educativos”.
Desde Obimasa se desarrolla una labor en el ámbito de la
conservación, protección y gestión de la biodiversidad,
proporcionando asistencia técnica a la Consejería de Medio
Ambiente, de la que depende. Además realiza tareas de
restauración del medio ambiente y funciona como centro de
recuperación de fauna silvestre. Pasear por las
instalaciones de esta empresa es descubrir la labor que
cumplen en cuanto a conservación y recuperación del medio
natural, así como descubrir especies que en otros lugares de
la península no se encuentran. Además entre sus habitáculos
Obimasa produce en su propio vivero la planta forestal que
luego se implantará en el monte, constituída
mayoritariamente por especies autóctonas.
Así que cuando el paseante culmina su visita y vuelve al
centro de la ciudad, su cabeza se convierte en un bombardeo
de reflexiones en cuanto a lo que la sociedad está haciendo
con uno de sus bienes más preciado como es la naturaleza.
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Las instalaciones de Obimasa contará con un centro de
recuperación
La Dirección General de
Conservacion de la naturaleza del Ministerio de Medio
Ambiente y La Ciudad Autónoma de Ceuta tienen un convenio de
colaboración para la mejora de la Biodiversidad y
Conservación del Medio Forestal, de los que ha dado como
resultados equipamientos de uso público en espacios LID-ZEPA
Calamocarro-Benzú y Zona Marítimo-Terrestre del monte Hacho,
y en la rehabilitación ambiental de la Punta del Chiclón,
con la eliminación de Chapapote. Según explicaba Ricardo
Ugarte, biólogo de Obimasa dedicado a la zona forestal. Este
año la Ciudad además financiará el acondicionamiento de la
instalaciones de Obimasa, para el acondicionamiento de un
centro de recuperación de animales salvajes como las
rapaces, monos, con jaulones o de fauna protegida.
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