“Hoy es un gran día para Melilla”. Con estas palabras, el
presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda,
inauguró ayer el paso subterráneo de la Carretera de Alfonso
XIII, con el que se pone fin al mayor nudo de tráfico que
tenía hasta ahora nuestra ciudad. La apertura de este túnel,
una de las obras estrella del Gobierno local en esta
legislatura, ha supuesto una inversión cercana a los 4,6
millones de euros y 13 meses de obras que han puesto a
prueba a los conductores melillenses restringiendo la
circulación de vehículos por una de las principales arterias
de la ciudad.
La lluvia y el arco iris fueron ayer testigos de excepción
de cómo la Carretera Alfonso XIII recobrara ayer la
normalidad después de 13 meses de obras y cortes de tráfico.
El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda,
inauguró a primera hora de ayer el ansiado paso subterráneo,
que pondrá fin al mayor nudo de tráfico que sufría Melilla
hasta ahora.
Este túnel, con una longitud total de 318 metros y una
cubierta del paso de 114 metros, se ha presentado como la
mejor solución a una intersección por la que a diario pasan
60.000 vehículos en diferentes direcciones. A partir de
ahora, ningún vehículo tendrá que esperar semáforos en la
confluencia de la Carretera de Alfonso XIII y la Carretera
de Farhana, ya que el paso subterráneo enlaza directamente
la cuesta de la Shell con la rotonda de Logüeno en sentido
ascendente.
Mientras tanto, en la superficie, la Plaza de las Víctimas
del Terrorismo hace las veces de una gran glorieta con
plazas de aparcamiento en su interior, lo que permite
dinamizar la circulación de los vehículos que bajan por
Alfonso XIII con intención de girar hacia la Carretera de
Farhana.
Ésta es una de las obras estrella del Gobierno local para
esta legislatura. Su presupuesto lo confirma: algo más de
4,5 millones de euros financiados con fondos municipales.
Según Imbroda, obras como la de este paso subterráneo
evidencian que su Gobierno es el que mayor rendimiento al
año ha llevado a cabo en actuaciones públicas acometidas en
la vía pública, ya sea en obras pequeñas o en otras de gran
importancia social y calado.
Durante la inauguración del paso subterráneo, Imbroda estuvo
acompañado de los consejeros de Fomento y Seguridad
Ciudadana, Rafael Marín y Ramón Antón, respectivamente, por
ser las áreas del Gobierno que han estado más implicadas con
la empresa Acciona Infraestructuras, adjudicataria de la
obra mediante subasta.
Imbroda destacó que las obras se han finalizado en tiempo y
forma, al cumplirse el plazo de ejecución de 13 meses que se
dio al iniciar los trabajos el 18 de octubre del año pasado.
El presidente melillense afirmó que “hoy [por ayer] es un
gran día para Melilla” con la inauguración de este paso
subterráneo, fruto de una “decisión valiente” del Gobierno
autónomo por las molestias que conllevaba para los vecinos,
los comerciantes y los ciudadanos en general el corte de
tráfico de una de las principales arterias de la ciudad.
Imbroda puntualizó que, a pesar de la magnitud de la obra,
al final las molestias ocasionadas “no han sido tantas”
gracias a la coordinación de los distintos servicios
técnicos y la planificación del tráfico con rutas
alternativas.
Por todo ello, consideró que esta obra es “un acierto” de su
Gobierno la realización de este paso subterráneo, por el que
podrán pasar incluso los grandes camiones del Parque de
Bomberos, al tener una altura y un ancho de 4,50 metros.
El paso subterráneo, de un solo carril en sentido
ascendente, está equipado con numerosas medidas de
seguridad, entre ellas cuatro cámaras de video vigilancia,
una barrera de seguridad con semáforo de parada, 10
extintores y detectores de CO.
“Podemos estar felices los melillenses porque se ha
culminado un gran proyecto que se ha ejecutado
formidablemente y hoy [por ayer] es una gozosa realidad”,
subrayó Imbroda, en cuya opinión este paso subterráneo de la
Carretera Alfonso XIII cumple “un gran servicio público”
para los ciudadanos.
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