Unas quince personas han asistido desde el pasado mes de
octubre a la terapia grupal de deshabituación tabáquica
impartida por el doctor Juan Carlos Mata, en el centro de
salud del Tarajal. El tabaquismo es una enfermedad crónica,
de cada 100 personas, 36 son fumadoras, y no hay ninguna
otra patología con esta prevalencia. Dejar de fumar es
difícil y por ello algunos deben acudir a este tipo de
métodos.
Muchas son las personas adictas al tabaco y también muchas
las que desean dejar este hábito sin conseguirlo, al menos
como lo pretenden, para toda la vida.
En el centro de salud del Tarajal desde el pasado mes de
octubre, el doctor Juan Carlos Mata Padilla ha impartido una
terapia grupal de deshabituación tabáquica en la que unas 15
personas han participado para lograr uno de sus retos
vitales: dejar de fumar.
Entrar en la sala del centro de salud, y observar a aquellas
personas bromear sobre su “antigua” adicción a la nicotina,
contagiaba a todo fumador a abandonar ese hábito. Ayer fue
el último día del curso en el que los asistentes compartían
sus experiencias después de un mes sin fumar y cada uno
expresaba los motivos que le hicieron acabar con esta
sustancia tan adictiva. El doctor Mata destacaba que la
persona “tiene que tener ganas de luchar contra esta
enfermedad crónica para conseguir dejarlo, sino es
imposible”. Además añadía que “es la patología con más
prevalencia que existe entre la sociedad, de cada 100
personas, 36 son fumadoras, ninguna otra patología llega a
estos límites”, detallaba explicaba el doctor.
Esta terapia comenzó el pasado 21 de octubre con sesiones
semanales, en la que los métodos aplicados en un principio
fueron sobre todo informativos como “la verdad sobre el
tabaquismo, por qué se empieza a fumar, qué enfermedades
conlleva este hábito, etc”.
Inmaculada Barrientos de 38 años es una de las ex-fumadoras
y con un gesto de alegría expresaba que llevaba “más de un
mes sin fumar, no es la primera vez que lo dejo, el año
pasado vine a este mismo taller y aunque a los ocho meses
recaí, por problemas personales, pero esta vez vengo para
dejarlo de verdad”.
Este terapia se viene celebrando desde el año 2008, y el
doctor Mata destacaba la afluencia de personas que se
interesan en acudir a este curso. “No todos pueden venir,
antes de empezar les hago una entrevista a través de un test
y compruebo su nivel de motivación y las necesidades para
dejar de fumar, y de ahí hago una selección, porque no es
conveniente que este taller se lleve a cabo con demasiadas
personas, parece que no pero es duro” relataba el doctor.
A Inmaculada Barrientos su mayor impulso para dejar de
fumar, fue un sobrino que enfermó de gravedad, éste lo
superó y entonces pensó que “había llegado el momento para
dejar de fumar, eso sí he necesitado apoyo psicológico por
parte de mi familia”, comentaba Barrientos.
José Luís Tendero de 67 años es otro pacientes que ha
acudido a este taller. “Mi motivación fue la muerte de mi
hermano y mi padre, ambas por axfisia”.
Esta enfermedad es social, se la relaciona con distintas
situaciones, “tomar un café, salir de copas, ir a una boda,
son contextos que los fumadores relacionan con un
cigarrillo”, explicaba el doctor y “es lo primero que deben
hacer, desligar el tabaco con este tipo de ambientes”.
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